Por: Pipo Rossi

 Puede ser una imagen de una o varias personas, gafas y texto que dice "00 Después de mis padres, es usted Maestro la persona más importante, la que más quiero, lague más respeto. ¡Feliz Día del Maestro!"

No se es maestro para vivir, se vive para ser maestro

Solo aquél que vive para los demás, podrá ser llamado maestro y nadie puede predecir dónde acabará su influencia.

Si no fuera por los maestros, ninguno de nosotros sería ingeniero, enfermero, científico o abogado, pero sobretodo, pocos reconocerían el valor del conocimiento y los buenos valores en una sociedad.

Un maestro es un ser que da, y nunca se cansa de dar, porque vive para ello.

Como maestros pueden educar de dos formas: enseñando a ganarse la vida, o enseñando a vivir; ambos aspectos son esenciales para el desarrollo de los ciudadanos de esta sociedad.

En la época en la que vivimos, hoy más que nunca se necesita formar a personas con la ciencia, la técnica, la cultura, los valores y criterios del contexto actual.

Personas que entiendan que más importante que el conocimiento en sí, es saber alimentarlo, corregirlo, aplicarlo en la toma de decisiones, y sobre todo transmitirlo para permanecer nutriéndose con la retroalimentación del saber.

Hoy, un nuevo 11 de septiembre celebrando un día tan especial como lo es el día del maestro, quiero recordar las certeras y vigentes palabras del gran epistemólogo Jean Piaget:

“La meta principal de la educación es crear hombres que sean capaces de hacer cosas nuevas no simplemente de repetir lo que otras generaciones han hecho; hombres que sean creativos, inventores y descubridores. La segunda meta de la educación es la de formar mentes que sean críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrece”.

Enseñar es escribir en el corazón de un niño, es dejar huella en la vida de una persona.

Que Dios siga dándole más sabiduría, para emprender caminos de éxito en su carrera y en su vida personal.

Nuestro reconocimiento a todos los maestros y maestras de toda nuestra querida provincia del Neuquén y sobre todo a aquellos que se esfuerzan en parajes o lugares alejados soportando las inclemencias del tiempo y la lejanía de los centros urbanos. Un eterno agradecimiento a todos ellos.

Gracias por enseñarnos con el corazón. ¡Feliz Día del Maestro!