La Justicia ratificó que los restos encontrados en un descampado de esta ciudad de Entre Ríos son de la joven de 24 años que estaba desaparecida. El único detenido e imputado por el femicidio confesó el crimen y permanece en la Unidad Penal 1 de Paraná, con prisión preventiva por 90 días.

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El hombre detenido e imputado por el femicidio de Luisina Leoncino, la joven de 24 años que desapareció el pasado 9 de julio en la ciudad entrerriana de Concordia, confesó el crimen y aportó datos que permitieron encontrar esta madrugada más restos del cuerpo de la víctima en un basural, que se suman a otros ya hallados en el barrio Pampa Soler en el inicio de esta semana, informaron fuentes judiciales.

La confesión de Benítez "permitió aclarar un poco todo", ya que "dio detalles y confirmó la investigación y principal hipótesis", dijo a Télam el coordinador del Ministerio Público Fiscal de Concordia, José Costa.

El imputado había sido condenado en junio de 2014 a cinco años de prisión por el delito de explotación económica de la prostitución, cumplió la condena y en 2019 recibió un año más al ser condenado por violencia de género.

Cerca de la noche de este miércoles, Benítez pidió declarar y "confesó que el crimen sucedió el lunes 10 de julio, que actuó solo y que le dio un golpe en la cabeza con un elemento contundente" para matarla, detalló el fiscal.

Por eso, la fiscal a cargo de la causa, Julia Rivoira, ordenó un operativo policial "con todos los recaudos necesarios" para que el imputado sea trasladado e indique la zona donde dejó los restos.

"Fue muy complicado por las condiciones del basural y la oscuridad de la zona, no fue fácil pero él recordaba el lugar, se ubicó y pudo señalar" el sitio, explicó Rivoira a la prensa.

El hallazgo
En el lugar trabajó el personal de las Divisiones Criminalística, Investigaciones y Operaciones de la Jefatura Departamental Policial de Concordia, el Grupo de Operaciones Especial (GOE) de la Policía de Entre Ríos, y Bomberos Zapadores.

Los restos faltantes fueron hallados en un zona de pastizales en la que hay un micro basural, en las calles Castelli y Defensa Sur, en el otro extremo de Concordia de donde el fin de semana último se encontraron otras partes del cadáver de Luisina.

El domingo pasado, y tras el análisis de filmaciones, testimonios y entrecruzamientos telefónicos, parte del cuerpo fue hallado cerca de un arroyo del barrio Pampa Soler.

La pesquisa se orientó hacia "El Ñoño" tras la declaración brindada por un remisero que contó que la madrugada del lunes 10 de julio llevó a Luisina hasta una vivienda situada sobre la calle Santos Vega al 1200, del barrio 6 de febrero.

Allí, las cámaras de seguridad "la muestran entrando pero no se la ve salir más", detalló el fiscal Costa, quien agregó que días más tarde y en distintos momentos, las mismas cámaras muestran a Benítez salir de la casa "con bolsas negras grandes y tapado con guantes y un casco para no ser identificado".

El imputado, además de dar detalles del femicidio, pidió ser trasladado a otra dependencia, por lo que desde esta mañana permanece en la Unidad Penal 1 de Paraná, con prisión preventiva por 90 días y procesado por femicidio, delito por el cual de ser hallado culpable recibirá la pena de prisión perpetua.

El fiscal señaló a Télam que Benítez "dio detalles que eran prácticamente lo que habíamos investigado y la principal hipótesis", la cual no darán a conocer "por respeto a la familia y la memoria de Luisina".

Asimismo, explicó que con la confesión "se aclaró un poco todo el hecho", aunque dijo que "falta producir pruebas", algunas para establecer fehacientemente "qué vínculo tenían" el acusado y la víctima.

Por otra parte, el padre de Luisina, Ricardo Alberto Leoncino, dijo que la joven le había comentado "que había visto cosas raras, depósitos de droga donde vivía", y que él le respondió que se fuera "urgente de ahí porque iba a quedar pegada y sabía lo que le podía pasar".

En ese sentido, aseguró a Canal Once de Paraná que "podría venir por ese lado el problema, vio algo que a lo mejor no tenía que ver".

Sin embargo, el coordinador de fiscales de Concordia remarcó a Télam que "no es algo que influya en la investigación del femicidio" y que "no se maneja" la hipótesis de un ajuste de cuentas por drogas.

Luisina era hermana de Valeria Leoncino (25), también víctima de femicidio, cuando hace menos de cinco meses, la noche del lunes 6 de marzo último, fue asesinada de tres balazos en la puerta de su vivienda por un compañero de trabajo que "tenía una obsesión con ella" y que luego se suicidó.

Ese femicidio fue cometido en un complejo de departamentos ubicado sobre calle Guarumba, entre calles Eva Perón y Entre Ríos, de Concordia, donde la joven estaba con unas amigas que había llamado luego de ver en la puerta del edificio a Carlos Passarella (34), quien era compañero de trabajo.

Passarella y Leoncino "eran sólo compañeros de trabajo, no tenían una relación sentimental pero sí había una obsesión del muchacho con la chica", explicó el fiscal de Género local, Mauro Jaume.

Según declararon las amigas de Valeria, el hombre "estaba obsesionado" con ella y le había insistido numerosas veces en iniciar una relación, aunque la joven no quería.

Ese día, cuando la joven bajó del departamento, Passarella se aproximó, extrajo un arma calibre 9 milímetros y la asesinó de tres disparos.

Luego subió a su auto y a unos 150 metros se suicidó de un tiro.