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El volante, que se retiró en 2015 con 18 títulos obtenidos en el club, este martes se puso al frente del plantel xeneize, tras la salida de Miguen Ángel Russo.

Sebastián Battaglia, referente ineludible en la historia de Boca Juniors con 18 títulos como futbolista, el máximo ganador de la historia "Xeneixe", asume desde este marte un desafío enorme como entrenador interino del equipo de sus amores, luego de haber acumulado experiencia en un par de clubes y de dirigir la división Reserva, y atendiendo un pedido especial de su amigo Juan Román Riquelme.

El santafecino de 40 años y retirado del fútbol prematuramente hace una década por una persistente lesión en el tobillo derecho, mostró sus cualidades cuando con su división Reserva asumió dos partidos en el actual torneo doméstico, ante Banfield y San Lorenzo, debido a el aislamiento sanitario que tuvo que cumplir el plantel profesional tras la eliminación de la Libertadores ante Atlético Mineiro, en Belo Horizonte.

Un empate 0 a 0 ante Banfield y una derrota digna por 2 a 0 ante San Lorenzo fueron los resultados de un equipo que mostró audacia ofensiva, buen trato de pelota y jugó de igual a igual, con mucha presencia, la que tenía "Seba" cuando se calzaba los pantalones cortos y se adueñaba del mediocampo de Boca.Esa muestra de carácter y buen juego que expuso la Reserva fue el trampolín necesario que necesitaba el "León" para terminar de impresionar a Riquelme.

La tarea de Battaglia en Reserva quedó expuesta en apariciones como Alan Varela, Cristian Medina, Agustín Sandez, Renzo Giampaoli, Ezequiel "Equi" Fernández y Valentín Barco, entre los más destacados.

 

Una vida en azul y oro

Casado con Bettina y padre de tres hijos, Camila (19), Sofía (17) y Benjamín (10), todos fanáticos boquenses, Battaglia siempre fue de andar silencioso por la vida, de palabras justas, medido y amable, algo que puede modificarse o no en el convulsionado "Mundo Boca".

Debutó en primera división cuando apenas tenía 17 años con todos los sueños por cumplir, en el torneo Clausura de 1998 ante Gimnasia y Tiro, de Salta, partido que los "Xeneizes" ganaron por un holgado 4 a 0 y con un entrenador interino como Carlos María García Cambón, por esas cosas del destino también nombrado de apuro para suplir la salida de Héctor "Bambino" Veira.

Todos recuerdan su partido de despedida como jugador en una noche del 8 de julio del 2015, donde entre numerosas presencias sobresalieron Carlos Bianchi, Riquelme y Martin Palermo.

En su carrera como entrenador debutó en Almagro en el 2018, en reemplazo de Alfredo Grelak, quien había dejado vacante el puesto a falta de siete fechas para el final. Con el "Tricolor" peleó el ascenso hasta la última fecha. y consiguió tres victorias, dos empates y dos derrotas. Su último partido lo dirigió en los cuartos de final del Reducido, donde los de José Ingenieros cayeron 2 a 0 con Agropecuario y dejó el club "de común acuerdo con la dirigencia.

Luego se sumó al cuerpo técnico de Julio Falcioni en Banfield, justo después del paso por Almagro hasta mitad del 2019.

En diciembre del 2019 después que la formula Jorge Ameal-Mario Pergolini ganaran las elecciones en Boca su unió a la secretaría de fútbol que conduce Riquelme para dirigir la Reserva, en lugar de su excompañero Rolando Schiavi.

En esta categoría dirigió, pandemia mediante, 21 partidos de los cuales ganó 12, empató cuatro y perdió cinco. Su equipo consiguió el subcampeonato de la Copa de la Liga Profesional tras perder la definición ante Sarmiento de Junín.

Sebastián Battaglia que asumió este martes a la mañana como técnico interino en el predio de Ezeiza, tendrá su primer examen, el próximo sábado de local ante Patronato por la séptima fecha de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).

Battaglia es consciente de lo que genera el "Mundo Boca" pero asume con ventaja, rodeado del afecto de su familia, apoyado por el Consejo de Fútbol y por los hinchas que al no poder ir a la cancha se expresan en las redes sociales, y lo más importante, con un aura ganador que intentará transmitirle al equipo apático que le dejó Russo.

Siempre solidario y con una carrera plagada de títulos (ganó uno más que el mellizo Guillermo Barros Schelotto, segundo en la lista de campeones de Boca), hasta mostró bajo perfil cuando eligió un momento cumbre de su carrera que no lo tuvo como protagonista excluyente.

Battaglia hizo la jugada previa al histórico gol de Martín Palermo ante River en la Libertadores de 2000, en el Superclásico de cuartos de final que Boca ganó 3 a 0 y encaminó a ese equipo dirigido por Carlos Bianchi hacia el título, que llegaría tras sortear a América de México en semifinales y a Palmeiras en la final.

"Si tuviera que elegir un momento en mi carrera, sin dudas que sería ese del gol de Martín. La Bombonera explotó, la felicidad era enorme", comentó Battaglia en una entrevista que concedió a Télam en mayo del año pasado, al cumplirse dos décadas de esa inolvidable victoria.