Thiago Correa, de solo siete años, falleció en la noche del viernes luego de ser alcanzado por una bala en la cabeza disparada por un policía que repelió un intento de robo con su arma reglamentaria en La Matanza, en la provincia de Buenos Aires. El uniformado efectuó 11 disparos contra cuatro delincuentes que, al no lograr el objetivo de robarle, huyeron a la carrera. El papá llevaba al chiquito sobre los hombros cuando se produjo el terrible suceso.
En concreto, una bala perdida dejó a Thiago gravemente herido, y aunque luchó por su vida durante varios días internado, lamentablemente se confirmó su deceso el viernes por la noche, sumiendo a su familia y allegados en una profunda tristeza.
El adiós de un padreEl dolor inconmensurable de la familia se hizo eco en las redes sociales. Víctor Fabián Correa, padre de Thiago, compartió un desgarrador mensaje en Facebook que conmovió a todos: "Estoy destrozado, me dejaste hijito mío, te amo y te voy a amar toda la vida. Ahora sos mi angelito, te amo, te amo hijo mío".
El posteo, cargado de emoción, estaba acompañado de una fotografía donde Thiago, con una sonrisa radiante, lucía la camiseta de su equipo de fútbol, un recuerdo que hoy se torna aún más valioso.
El Luto de Defensores Unidos de Tablada
Desde el club Defensores Unidos de Tablada, donde Thiago jugaba y cultivaba su pasión por el deporte, emitieron un sentido comunicado lamentando la irreparable pérdida. "Thiago luchó con valentía hasta el final, pero una tragedia injusta nos lo arrebató demasiado pronto. Su sonrisa, su energía y su amor por el deporte quedarán por siempre en nuestra memoria", expresaron desde la institución.
En señal de duelo, el club anunció la suspensión de todas sus actividades durante los próximos días y, en un gesto de solidaridad, ha iniciado una colecta para ayudar a la familia Correa con los gastos del sepelio.
La tragedia de Thiago Correa reabre el debate sobre la violencia y la inseguridad que golpea a la sociedad y, en particular, sobre el uso del arma oficial en centros poblados conla posiblidad de víctimas inocentes, como ocurrió en esta oportunidad. Los malvivientes huían cuando disparó el uniformado.