Puede ser una imagen de calzado e interior

Mediante un acuerdo, un hombre, R.A.B, fue condenado por golpear, lesionar y amenazar a su expareja, la madre de la mujer y sus hermanos, en la localidad de Rincón de los Sauces.


Durante la audiencia de procedimiento abreviado realizada hoy, la fiscal del caso Rocío Rivero presentó ante un juez el acuerdo al que arribó junto con la defensa del imputado y el abogado querellante que intervino en representación de las víctimas. El mismo, prevé la declaración de responsabilidad de R.A.B y la imposición de tres años de prisión en suspenso.
 
El alcance del acuerdo prevé además, que el imputado realice un tratamiento sobre violencia y adicciones y que use una tobillera electrónica durante los tres años que dura la condena.
 
La representante del Ministerio Público Fiscal explicó además, que una de las víctimas tiene asignado un botón antipánico y la otra un sistema dual que permite establecer la cercanía entre quienes lo estén utilizando, en este caso entre el imputado y su expareja.
 
El imputado aceptó su responsabilidad y prestó conformidad para que se realice el acuerdo.
 
Luego de escuchar a las partes, el juez de garantías a cargo de la audiencia homologó el acuerdo presentado en todos sus términos.
 
Los delitos por los que R.A.B, fue declarado responsable son:  lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y el contexto de género (artículo 89, en función del artículo 92 y 80, incisos 1 y 11 del Código Penal); lesiones leves agravadas por el contexto de género (artículo 89, en función del artículo 92 y 80, inciso 11 del Código Penal); lesiones leves agravadas por el género (vinculado al artículo 89, en función del artículo 92 y 80, inciso 12 del Código Penal); y violación de domicilio (artículo 150 del Código Penal); todo en concurso real y carácter de autor (artículos 55 y 45 del Código Penal).
 
La teoría del caso que logró acreditar el Ministerio Público Fiscal es que el hecho ocurrió el 14 de abril pasado, a las 4 de la madrugada aproximadamente. R.A.B ingresó a la vivienda de su expareja, con quien había estado intercambiando mensajes por celular momentos antes, y comenzó a golpearla. La víctima gritó para pedir ayuda a su madre que se encontraba durmiendo, quien al ver a su hija golpeada se interpuso entre ambos y recibió también golpes en la cabeza por parte del imputado.
Luego, el hermano menor de la víctima buscó al hermano mayor, quien al intentar intervenir también fue golpeado y cortado con el pico de una botella. El hermano menor salió corriendo hacia la vereda, pero el imputado lo persiguió, lo golpeó y lo dejó tendido en el piso, para luego huir del lugar.