El abogado de la sospechosa aseguró que la acusación contra la mujer "es arbitraria y carece de toda lógica jurídica". José Enrique Del Río y María Mercedes Alonso fueron hallados muertos el jueves sentados con los cinturones de seguridad colocados en los asientos delanteros de su auto.
El abogado de la empleada doméstica detenida por el doble homicidio del abogado jubilado y su esposa ocurrido el jueves pasado en una casa del partido de Vicente López, aseguró que la acusación contra la mujer "es arbitraria y carece de toda lógica jurídica", por lo que anunció que este miércoles pedirá su inmediata libertad.
"La mujer está detenida injustamente", dijo el abogado Hugo López Carribero en referencia a la empleada doméstica María Ninfa Aquino, conocida como "Nina", quien está acusada de ser partícipe necesaria del doble crimen de José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72), cuyos cadáveres fueron hallados el jueves de la semana pasada en la casona de la calle Melo al 1100 esquina Gaspar Campos de Vicente López, en el norte del conurbano bonaerense.
Según el letrado, este miércoles al mediodía presentará ante la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro un escrito en el que solicitará que "se le otorgue la inmediata libertad" a Aquino.
López Carribero explicó a Télam que ya solicitó la ampliación de la declaración indagatoria de su defendida, pero que recién le dieron fecha para hacerlo la semana próxima, por lo que decidió presentar mañana mismo el pedido de excarcelación.
La situación de la detenida
Aquino ya fue indagada el viernes de la semana pasada, al día siguiente de su detención, pero en aquella oportunidad, asistida por un defensor oficial, no quiso contestar preguntas de los fiscales y se limitó a presentar un descargo por escrito de una carilla y media en el que negaba la imputación y justificaba la tenencia de la billetera de cuero donde se cree podría haber estado la llave de la caja fuerte de la casa, en que se la había regalado su patrona.
La empleada doméstica, quien está imputada como "partícipe necesaria" de un "robo y homicidio agravado criminis causa" -delitos que prevén prisión perpetua-, fue la persona que encontró los cadáveres y quedó aprehendida por una serie de contradicciones y actitudes extrañas que mencionó en su relato sobre el día del hallazgo.
El robo
Para los investigadores, los homicidas de Del Río y de Alonso robaron unos 10.000 dólares, 1.500.000 de pesos, 50 lingotes de oro de 10 gramos y diamantes, y antes de escapar se llevaron el disco rígido con las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa.
El robo y posterior doble crimen fue cometido entre las 16:48 del miércoles pasado -momento del último contacto telefónico de Alonso- y las 4.30 de la madrugada del jueves, horario estimativo de la data de muerte.
Los fiscales manejan la hipótesis de que el matrimonio Del Río fue abordado luego de que la mujer regresara de hacer unas compras a un supermercado -las bolsas con mercadería quedaron arriba del auto-, o que alguien proporcionó una copia de la llave.
Las víctimas estaban sentadas con los cinturones de seguridad colocados en los asientos delanteros del Mercedes Benz E350, la mujer del lado del conductor con un tiro en la cabeza y el hombre como acompañante con tres disparos.
El tirador los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros de atrás hacia adelante de derecha a izquierda, por lo que se cree que podía estar en el asiento trasero.
Los Del Río estaban por mudarse a un departamento en el exclusivo edificio Chateau del barrio porteño de Núñez y pensaban continuar allí con la empleada ahora detenida.
Además de abogado jubilado, Del Río tuvo un breve paso por la Policía Federal Argentina (PFA), tenía una relación comercial con una empresa de seguridad privada y era propietario de playas de estacionamiento en la ciudad de Buenos Aires.