Imagen
El youtuber fue condenado a 4 años de prisión efectiva por los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual y laboral. Por otro lado, deberá pagarle a la víctima un total de 6 millones de pesos para asegurar la reparación integral. Por otro lado, se incrementó a 15 millones el embargo sobre sus bienes. Por ahora, Cabrera seguirá en libertad porque le queda una instancia de apelación.

La denuncia por delitos sexuales, corrupción de menores y trata de personas fue puesta en marcha en octubre de 2020, por el manager Jorge Zonzini, en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 4 Federal, a cargo del Juez Ariel Lijo. La causa, con la sumatoria de las denuncias de la ex diseñadora gráfica Giovanna De Mitole y de los ex editores Mariano Fernández y Joaquín Apesteguía, todos ellos empleados de la organización VIRAL/WIFI, recayó en el Juzgado Federal de Campana, a cargo del Juez Adrián González Charvay.

Tanto el manager como los ex empleados de Cabrera, presentaron pruebas concretas irrefutables “los sistemas de multiestafas a niños vulnerables y a sus padres, abusos sexuales, corrupción y facilitación de la prostitución a menores de edad y venta de estupefacientes en sus fiestas y teatros”.

“Redujo a la servidumbre bajo las condiciones de brindarle un lugar donde vivir y comer, valiéndose de su estado de vulnerabilidad”, aseguró en su declaración De Mitole ante las autoridades. Además, según su contundente denuncia, Yao Cabrera y su organización criminal, los "sometían a su poder y voluntades precarias”. La querella de la víctima fue patrocinada por la Defensoría de Víctimas de Trata de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de la Dra. Inés Jaureguiberry.

El expediente judical señala que “entre diciembre de 2019 y enero de 2020, contrató como editora de videos a GBDM. A tal propósito, le prometió un salario y proporcionarle vivienda y comida. Sin embargo, en este período, mientras residían con otras personas en el inmueble en el lote 125 del barrio San Marcos (Escobar), Cabrera Rodríguez la sometió a precarias condiciones laborales”.

“En concreto, jornadas de labor extensas (más de doce horas y a veces un día entero sin descanso); se amenazaba con la imposición de descuentos (multas) -efectivizadas en una ocasión- o la expulsión si no se cumplían las condiciones (grabar vídeos con ciertas personas, replicar material en redes sociales y normas de convivencia); se proporcionaba la comida en mal estado y cantidades insuficientes; solo podía ausentarse de la vivienda los domingos siempre y cuando hubiese concluido con sus labores; y nunca se le pagó el dinero prometido. De este modo. Cabrera Rodríguez habría colocado a GBDM en una situación de servidumbre, aprovechándose de su vulnerabilidad preexistente”, detalla.

Tras informarse de las entencia, el yotuber postetó: “Familias, amigos, estoy libre y bien. Siempre bien. Al fin. Juicio finalizado”.

Luego agregó: “Yo estoy en casa, tranquilo nomás. Me voy a comer un asadito para festejar. No se preocupen, estamos activos. Que por ahí, digan lo que quieran, Yo los espero tranquilo en casa”.