Osvaldo "Tarrino" Solana se crió en una casa de YPF ubicada frente a la entrada del club Plaza Huincul. Su papá era el "carnicero" de la proveeduria de YPF y la familia estuvo asentada en el barrio Central muchos años. Obviamente, "Tarrino" fue jugador: debutó en la primera de Plaza, a los 15 años de edad. Pero los caminos de la vida lo llevaron por otros senderos y otras canchas disfrutaron de sus jerarquía. Sin embargo, en los '80 se transformó en técnico y con un grupo de pibes volvió a buscar hazañas: Gustavo "Turu" Rivas, Edgar Solana, David Perotti, entre otros. Ellos volvieron a frotar la lámpara del buen fútbol y jugaron la final del torneo de LiFuNe al grito sagrado de "Arriba Plaza".