El equipo de Avellaneda, con Eduardo Domínguez a la cabeza, busca reforzar el plantel, para el próximo torneo y con la frustrante actuación en la Copa Sudamericana donde fu eliminado. Rodrigo Alliendro, es el futbolista que el DT quiere sí o sí.
El entrenador de Independiente, Eduardo Domínguez, continúa en la búsqueda de los refuerzos para la Liga Profesional de Fútbol (LPF) luego de la sorpresiva eliminación en la Copa Sudamericana frente a Ceará de Brasil, aunque las complicaciones económicas e institucionales son la principal traba para la llegada de nuevos nombres.
El primer apuntado fue Rodrigo Aliendro, que quedará libre de Colón de Santa Fe este 30 de junio y es uno de los jugadores favoritos del director técnico, que lo tuvo en el equipo santafesino durante la pasada temporada.
La complicación pasa por el contrato, ya que el volante cuenta con ofertas concretas de Estudiantes, San Lorenzo y el fútbol chileno. De hecho, Independiente todavía no le alcanzó un contrato para que acepte o no, por lo que se hará en los próximos días después de la insistencia del DT.
Aliendro es uno de esos apellidos que quiere "como sea", según describieron desde Independiente, pero el manager Daniel "Rolfi" Montenegro se mueve a contrarreloj para darle el gusto.
Los otros nombres que quedaron al margen fueron Martín Cauteruccio (Aldosivi de Mar del Plata) y Emanuel Gigliotti (Nacional de Uruguay), ambos con contratos vigentes en sus clubes.
El delantero Javier Correa, por ahora en Racing, fue ofrecido por parte de Santos Laguna de México, dueño del pase, pero pretende 2 millones de dólares por sus servicios y esa cifra es casi imposible para un club que afronta una crisis económica profunda desde hace varios años.
Además, los volantes Domingo Blanco y el uruguayo Carlos Benavidez, y el delantero colombiano Andrés Roa, que están lejos de renovar sus contratos que vencen el 30 de junio próximo, el lunes no se presentarían a la reanudación de los entrenamientos en Villa Domínico.