Las Letras de Liquidez son títulos del Banco Central que tienen en su poder los bancos privados y que representan una deuda de $ 10,71 billones, que alcanza a $ 26,5 billones si se suman los pases pasivos.
Las Letras de Liquidez (Leliq), que tanta importancia tienen para el desarrollo del plan económico del presidente electo, Javier Milei, son títulos del Banco Central (BCRA) que tienen en su poder los bancos privados y que representan una deuda de $ 10,71 billones, que alcanza a $ 26,5 billones si se suman los pases pasivos.
El BCRA emplea este instrumento financiero para regular la cantidad de dinero en circulación, ofreciendo a los bancos una tasa de interés muy atractiva, actualmente del 133% anual (TEA 254,8%), para que inviertan los depósitos en pesos de sus clientes colocados a una TEA del 253,31% anual.
El Central armó este instrumento, las Leliq, para que los bancos tengan un atractivo para captar fondos en pesos y evitar que se vayan al dólar o que presionen a la inflación.
Los bancos utilizan los recursos captados en plazo fijo para invertir en Leliq
Hasta ahora, los bancos venían renovando cada 28 días el stock de deuda de las Leliq, pero en las últimas semanas comenzaron a migrar a pases pasivos, otro instrumento emitido por el Banco Central pero con plazos más cortos que van de uno a siete días.
Fue tal el movimiento hacia los pases pasivos en el último tiempo que ya superaron en volumen a las Leliq: $ 15,78 billones contra $ 10,71 billones.
Las declaraciones de Milei de tomar la cuestión de las Leliq como prioridad para luego permitir una apertura del cepo cambiario, llevó a los bancos a renovar cada vez menos y optar en su lugar por los pases pasivos, aunque eso no redujo el stock de la deuda que el BCRA tiene con ellos, y que es lo que el nuevo ministro de Economía designado, Luis Caputo, deberá resolver.