La problemática del volcado de líquidos cloacales al zanjón no es nueva. Quizás sea más o menos abundante, pero los olores nauseabundos aún se pueden percibir. Obviamente, esto también está relacionado con el crecimiento de las malezas en el lecho y la proliferación de roedores y alimañas. Un círculo vicioso.

La comunicación aprobada por el CD, recuerda que está en vigencia la Ordenanza Nº 1697/2020. Esta norma, “terminantemente todas las conexiones clandestinas de desagües cloacales dentro del ejido municipal“.

Este es un tema. En algún tiempo, había conexiones que no eran privadas ni particulares, que volcaban líquidos en el zanjón, además de otras que eran particulares o de empresas.

La 1697/202, además, le encomienda al Ejecutivo a “Proceder en el ámbito del ejido municipal a realizar las inspecciones correspondientes a efectos de detectar conexiones clandestinas de redes cloacales”. Finalmente, habilita al Ejecutivo a intervenirlas, es decir desconectarlas y supervisar que se hagan las obras para una correcta disposición final de los líquidos cloacales e incluso establece montos de multas (1 UM a 4 UM).

Esta norma de 2.020 y está claro que se incumplió a la fecha. En el artículo 4°) establece: “A partir de la promulgación de la presente Ordenanza, toda conexión cloacal que se encuentre fuera de lo establecido en los artículos precedentes será considerado ilegal, habilitando a la Subsecretaria de Obras Públicas a proceder de acuerdo a la normativa vigente”.