Por pedido de la fiscal del caso Eugenia Titanti y del asistente letrado Bruno Miciullo un policía que, utilizando su arma reglamentaria, efectuó un disparo “a quemarropa” y mató a Diego Nicolás Escobar, continuará en una unidad de detención.
El acusado es Nicolás Leopoldo López, un efectivo de la policía de la Provincia con aproximadamente dos años de antigüedad. Está siendo investigado por el delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor (artículos 79, 41bis y 45 del Código Penal).
Durante la audiencia realizada hoy, desde la fiscalía solicitaron que se extienda la prisión preventiva que viene cumpliendo el imputado, por el plazo de cuatro meses a partir de su vencimiento, esto es el próximo 10 de julio. Argumentaron que, al igual que en la audiencia de formulación de cargos, los riesgos de entorpecimiento y de fuga se encuentran vigentes.
La fiscal del caso indicó que deben analizarse los riesgos vigentes. “La investigación se realizó en tres meses y eso tiende a procurar el mantenimiento de la medida con el fin de dar respuesta a la sociedad, teniendo en cuenta el interés público”.
Miciullo sostuvo que “debe resguardarse a los testigos presenciales, que es básicamente en donde va a versar la discusión. No existen nuevos elementos que permitan pensar en una morigeración de la medida, sino por el contrario hay que reforzar los extremos”. Y agregó que el imputado puede influenciar a los testigos, a efectivos policiales en cuanto a cómo era su conducta previa al hecho.
El abogado querellante, quien intervino en representación de la familiar de la víctima, adhirió al pedido de la fiscalía.
Tras escuchar a las partes, el juez de garantías hizo lugar al pedido de las partes acusadoras y dispuso la prórroga de la prisión preventiva pero por el plazo de 3 meses.
La teoría del caso que investiga el Ministerio Público Fiscal es el hecho que ocurrió el 9 de marzo, cerca de las 15:20, disparó y mató a Diego Escobar, cuando este se encontraba en un taller en el que trabajaba, ubicado en el área centro-oeste de la ciudad.
A esa hora, la víctima estaba trabajando en el lugar junto a dos primos y otro empleado. Cuando uno de los familiares de Escobar salía del taller para realizar unas compras se topó con López, quien portaba su arma y, sorpresivamente, le apuntó en el pecho y apretó el gatillo, sin que saliera el proyectil. “Asustado, le dijo que no hiciera eso, que no era un juego. Pero haciendo caso omiso, López ingresó al taller, dónde estaba la víctima junto a su otro familiar”, señaló la fiscal, y afirmó que, en ese instante, el imputado reiteró la maniobra: apoyó el arma en el pecho de Escobar y volvió a apretar el gatillo. Esta vez, el disparo se efectuó, por lo que la víctima murió casi de inmediato.