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Los datos recabados en el lugar, señalan que este jueves en la mañana, alrededor de las 7, en el lugar del asesinato se escucharon al menos una docena de disparos.

Una versión indica que al camionero lo bajaron del vehículo y le dispararon cuando estaba en el piso. No obstante, no falleció allí sino que alcanzaron a trasladarlo al Hospital de Complejidad VI. No está claro si en el trayecto alcanzó a contar lo ocurrido.

No obstante, surgió que policía tiene consignada una vivienda del barrio Otaño. Allí había al menos 3 móviles policiales y una docena de efectivos aguardando.

No está claro, cómo lo atacaron a Charpentier. El camión estaba cargado de agua y dejó la huella: había salido del cargadero, tránsito hacia el oeste la calle interna y luego dobló al sur hasta la esquina donde se produjo el brutal desenlace. El camión frenó contra un portón del lugar y el impacto no fue violento. Significa que iba despacio, es decir que el conductor ya no habría estado arriba del camión.

De la previa al ataque, se supo que la vivienda particular de Charpentier, en pasaje San Juan del barrio Centenario, había sido baleada hace unos días. En el Otaño aseguran que el hombre mantenía un duro enfrentamiento con una de las familias del sur de ese sector de la ciudad, que viene protagonizando hechos violentísimos: incendios de viviendas y 3 heridos de bala en menos de 30 días.

El otro dato, es que no hay un solo detenido o demorado por esos sucesos. Extrañamente, se hizo un allanamiento y no se encontró nada. Esto hace crecer las sospechas.

La zona donde ocurrió el asesinato está poblada de cámaras en los alrededores. Pero es cierto que los atacantes no eligieron un lugar al azar, sino uno que está básicamente "escondido" del sistema de seguridad municipal. ¿Estuvo planificado?, todo indica que si.