Ocurrió en la tarde del miércoles y la víctima está internada en el Hospital Italiano porque recibió una bala en el pómulo, pero se encuentra "sin riesgo de vida".
Un niño de 12 años fue herido de un balazo en el rostro por delincuentes que le dispararon con fines de robo cuando regresaba desde el colegio hacia su casa de la localidad bonaerense de Ciudad Evita, partido de La Matanza, y hasta esta tarde se encontraba "sin riesgo de vida" internado en el Hospital Italiano, informaron este jueves fuentes judiciales y su madre.
"Mamá, me pegaron un tiro, estoy en el chino", alcanzó a decirle el niño a su madre, Natalia, cerca de las 18 de ayer, a poco de ser baleado en el pómulo derecho cuando se encontraba cerca de la avenida Perón al 1500, de esa localidad.
De acuerdo a los elementos obtenidos hasta el momento en la causa, al menos dos delincuentes interceptaron a la víctima cuando caminaba con su mochila escolar de regreso a su vivienda, situada a tres cuadras del colegio.
En ese momento, los asaltantes dispararon contra el niño, que fue asistido por una comerciante y trasladado al Hospital Balestrini a bordo de una patrulla policial, ya que la ambulancia nunca llegó, tras lo cual fue derivado al Hospital Italiano, donde hoy se recuperaba de las lesiones.
Fuentes judiciales afirmaron esta tarde a Télam que el niño se encontraba "fuera de peligro" y "sin riesgo de vida".
"Tiene un disparo que ingresó por el pómulo y le salió por la oreja. Tiene comprometido el maxilar y tienen que ver si habrá que ponerle una prótesis", contó a esta agencia una fuente con acceso al expediente.
Además, los investigadores creen que la "inexperiencia" de los delincuentes provocó que "disparen accidentalmente" contra el niño.
"Presumimos que son dos pibes que querían robarle la mochila y ante los nervios que tenían se les escapó el tiro. No hay motivos para pensar que el ataque haya sido por otra cosa", señaló un investigador.
Según contó esta mañana la madre del niño al canal Todo Noticias, su hijo ni siquiera advirtió el intento de robo, ya que los atacantes inmediatamente le efectuaron un disparo en la cara y escaparon sin llevarse nada.
"No le sacaron nada, es pura maldad, no puedo entender, le pegan un tiro", dijo llorando Natalia, tras lo cual agregó: "Sentí que mi mundo se partió, mi corazón está partido, si bien no me quitaron la vida de mi hijo, nos truncaron los proyectos, es como que ya nada tiene sentido".
"¿Con qué necesidad le pegaron un tiro? ¿si le querían robar por qué no le robaron? Tenía sus dos cuadernos para ir al colegio", agregó la mujer, quien contó que recién este año se animó a dejar que su hijo saliera solo a la calle ya que la escuela está a tres cuadras de su casa, y que siempre estaba pendiente de que le mandara la ubicación y le avisara que había llegado bien.
A su vez, la mujer afirmó que tiene "el alma destrozada" ante el "shock" que le provocó el hecho.
"No quiero más estas situaciones para mi hijo. Lo único que me queda es esperar a que mi hijo se recupere, para transitar esta situación desde lo psicológico", expresó Natalia y se preguntó: ¿Qué le espera?, ¿Cómo lo acompaño ahora?, ¿Qué herramientas tengo para que salga a la vida sin miedo?.
Por su parte, Jéssica, la empleada de un comercio de la zona que asistió al niño tras el ataque, recordó entre lágrimas que lo contuvo hasta que la policía lo llevó al hospital, y denunció que la ambulancia que pidieron nunca llegó.
"Escuché el disparo, estaba en el fondo y cuando me asomo veo que le sangra el ojo, que se apoya contra la pared y empieza a largar sangre por la boca. Crucé corriendo y busqué el orificio que tenía para cubrirlo. Lo senté, le dije que se quede tranquilo y me hablara. Me decía que ya no sentía su cara. Pensé que se me iba a morir en las manos, se estaba desangrando", recordó la mujer que trabaja en una pollería del barrio.
Jéssica dijo que lo acompañó en todo momento hasta su traslado y cuestionó que nadie se haya acercado a ayudar al niño a pesar de verlo herido.
"Se estaba desangrando y la gente no hacía nada, solamente miraba. Nadie se mete y puede ser mi hijo o el de cualquier persona", expresó angustiada.
La reacción de Aníbal Fernández
Este jueves, en declaraciones realizadas a la prensa, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, se refirió al hecho y dijo que está dispuesto a colaborar cuando se lo pidan desde la provincia de Buenos Aires.
"Es un tema de jurisdicción, que en este caso le corresponde a la provincia de Buenos Aires. Estamos dispuestos a colaborar cuando la provincia lo pida. Siempre hemos tenido esa actitud. Estamos atentos para poder hacerlo", manifestó el funcionario.
La investigación del hecho está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 1 de La Matanza, cuyo titular es Fernando Garate, quien dispuso diversas diligencias tendientes a identificar a los agresores, entre ellas el análisis de cámaras de seguridad instaladas en la zona del hecho.