En una audiencia realizada ayer, el fiscal del caso Adrián De Lillo, junto al asistente letrado Gustavo Vázquez, reformuló la acusación respecto de un hombre, W.D.C, acusado por haber abusado sexualmente de una mujer en la localidad de Villa La Angostura. Además, requirió que se le extienda la prisión preventiva.
Inicialmente la fiscalía le había imputado el delito de abuso sexual con acceso carnal, en grado de tentativa, pero a partir del avance en la investigación, modificó la acusación y hoy le imputó el delito abuso sexual gravemente ultrajante -por las circunstancias de su realización- en calidad de autor (artículos 119 segundo párrafo en función del primer párrafo y 45 del Código Penal).
Durante la audiencia, el asistente letrado dio nuevos detalles del hecho y requirió que se extienda por dos meses la prisión preventiva que viene cumpliendo el imputado. Explicó que en mayo se formularon cargos y se le impusieron medidas cautelares de menor intensidad, entre ellas someterse a derecho, presentándose en la comisaría local “para así demostrar su voluntad de sujeción al proceso penal”. Agregó que en ese momento el riesgo vigente era el peligro de entorpecimiento de la investigación, y que posteriormente se realizó una nueva audiencia de revisión y el imputado no compareció. De esta manera, se decretó la rebeldía y captura y, como medida de protección a la víctima, una vez que el imputado fue encontrado en la ciudad de Viedma, desde el Ministerio Público Fiscal se requirió la medida más gravosa y quedó detenido con prisión preventiva. “Esta situación nos permitió sostener la existencia de un riesgo de fuga: “fue esto lo que dio sustento para que el imputado quede detenido con prisión preventiva. El riesgo procesal sigue latente”, afirmó Vázquez.
El juez de garantías encargado de dirigir la audiencia tuvo por reformulados los cargos e hizo lugar a las medidas requeridas por el mismo plazo.
La teoría del caso que investiga la fiscalía es que el hecho ocurrió el 1 de mayo pasado, alrededor de las 6:30. El imputado, W.D.C, persiguió a la víctima a la salida de un bar hasta un descampado y abusó sexualmente de ella. También le dio golpes de puño con la intención de accederla carnalmente, pero no lo logró porque la víctima le dio un golpe que le permitió reincorporarse y alejarse, siendo auxiliada a pocos metros del lugar.