En una audiencia de determinación de la pena, el juez Andrés Repetto, resolvió imponer una pena de 13 años de prisión efectiva para un hombre declarado responsable de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la guarda, por la utilización de un arma de fuego y por haber transmitido a la víctima una enfermedad sexual grave.
Un jurado popular, el 3 de octubre de este año, por unanimidad, había declarado al hombre responsable de conductas que, por su duración y por las circunstancias especiales de su realización, constituían supuestos de abusos sexuales que ultrajaban gravemente a la víctima.
El jurado consideró probado que R.F. había abusado sexualmente de manera reiterada, continua y sistemática de la hija de su entonces pareja, desde el año 2014, cuando la víctima tenía 6 años y hasta el año 2020. Los hechos ocurrían cuando la madre debía ir a trabajar y la niña quedaba a su cuidado; también por unanimidad, dieron por acreditado que el hombre había utilizado un arma de fuego para vencer la resistencia de la víctima y perpetrar los abusos; y, por mayoría de 10 votos contra 2, determinaron que el hombre sabía que era portador de del virus del HPV y que a raíz de los abusos había contagiado a la víctima.