El vocero presidencial, Manuel Adorni, informó la situación durante la conferencia de prensa habitual en casa de Gobierno. "Lejos de dedicarse un servicio de calidad, la empresa funcionó como una plataforma de campaña para los funcionarios de turno", planteó.
Al respecto, indicó que la empresa adquirió por US$ 31.600.000 un edificio sobre la calle Tucumán, y que se contrataron "reparaciones por US$ 9.600.000", puntualizó. "Lo irónico es que esta obra nunca se finalizó. Y lo que es más irónico aún, o más extraño y llamativo, es que estaba previsto que en ese edificio se construyan varios pisos extra dedicados al uso exclusivo de la presidente de AySA", aseguró.
"AySA también financió eventos deportivos y sociales en los distritos que políticamente estaban alineados con el gobierno anterior, o con sus funcionarios, como por ejemplo el triatlón Iron Man y el Challenger de Tigre, un torneo de tenis ATP que casualmente se hacía en ese distrito", detalló al referirse a las supuestas irregularidades.