Como parte de los controles rutinarios para garantizar la seguridad alimentaria de los neuquinos, el personal del CIPPA realizó durante el fin de semana un operativo sobre la Ruta Nacional 40 en Junín de los Andes e incautó 220 kilos de carne bovina que no provenía de un establecimiento de faena autorizado.

El Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios, organismo dependiente del Ministerio de Economía, Producción e Industria de Neuquén decomisó este fin de semana 220 kilogramos de carne bovina en Junín de los Andes.

Era trasladada en un vehículo no habilitado para el transporte de alimentos, presentaba condiciones sanitarias inadecuadas y carecía de la documentación requerida. Esto implica que la carne no provenía de un establecimiento de faena autorizado y, por lo tanto, no contaba con los controles sanitarios necesarios para garantizar su inocuidad.

El consumo de carne proveniente de fuentes no seguras representa un grave riesgo para la salud. Enfermedades como la salmonelosis, E. coli, listeria, triquinosis, teniasis, cisticercosis y hepatitis A, entre otras, pueden transmitirse a través de la ingesta de carne contaminada.

El CIPPA reafirma su compromiso con la seguridad alimentaria de la provincia de Neuquén. A través de estos operativos que se incrementan a fin de año por la proximidad de las fiestas, se busca prevenir enfermedades transmitidas por alimentos y garantizar que los productos que llegan a la mesa de los neuquinos sean seguros para el consumo.

Para proteger la salud de la población se recomienda comprar carne en lugares habilitados, priorizando carnicerías y supermercados autorizados que cumplan con las normas sanitarias. Además, es necesario verificar la documentación, asegurándose que la carne cuente con el sello de inspección correspondiente y cocinar adecuadamente la carne para eliminar cualquier microorganismo patógeno.

Si se presentan síntomas como diarrea, vómitos, fiebre o dolor abdominal después de consumir carne hay que realizar una consulta médica a la brevedad.