La reciente decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) de postergar el próximo desembolso de USD 2.000 millones ha provocado una inmediata y contundente reacción por parte del gobierno argentino. La batería de medidas anunciadas simultáneamente por la Secretaría de Finanzas y el Banco Central transparenta la tensión que existe por el crítico nivel de reservas del país.
Entre las acciones más relevantes, el Banco Central informó la activación de un crédito con bancos extranjeros, conocido como repo, cuyos detalles de monto, plazo y tasa se darán a conocer el próximo jueves. Sin embargo, se estima que esta operación ascenderá a unos USD 2.000 millones.
Por su parte, la Secretaría de Finanzas eliminó el plazo de permanencia para capitales extranjeros, una restricción que el propio equipo había reducido en la licitación previa. Asimismo, el título de deuda soberana, el Bonte, que se suscribe en pesos pero se paga en dólares, pasará a licitarse de forma mensual con un tope de USD 1.000 millones por mes.
Para Jorge Carrera, ex vicepresidente del Banco Central, estas medidas evidencian un cambio de rumbo en la política del gobierno respecto a la acumulación de reservas. "Tienen que conseguir dólares, evidentemente la idea de que la meta de reservas no tenía importancia como llegaron a decir en algún momento es un poco relativo", afirmó.
Carrera anticipa que Argentina probablemente recibirá un waiver para destrabar los USD 2.000 millones retenidos por el FMI, pero advierte que la demora del Fondo en abordar el caso argentino sugiere que quizás no sean "tan expeditivos" como el gobierno esperaba. En su opinión, el equipo económico habría tomado nota de la actitud del organismo:
"Están haciendo un esfuerzo para mostrar que quieren acumular reservas", comentó Carrera.
No obstante, el ex vicepresidente del Central cuestionó la vía del endeudamiento para cumplir la meta de reservas. "Son reservas alquiladas", sentenció Carrera, explicando que el costo de ese "alquiler" se refleja en las tasas de interés. "No eligieron un camino de acumulación de reservas genuinas", sintetizó.
De manera más coloquial, otra fuente del sector financiero de la city porteña expresó: "Lanzan estas medidas porque afuera nadie quiere saber nada con tradear Argentina". Esta percepción no es nueva y ya ha sido reconocida incluso por el viceministro de Economía.
"Levantan la restricción de inversores no residentes, o sea ya no saben cómo regalarse a los capitales golondrinas. Salen a juntar divisas por cuenta capital pero solo de cartera porque no entra un dólar de inversión directa", agregó otra de las fuentes consultadas, subrayando la urgencia del gobierno por atraer divisas ante la falta de inversión productiva.