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Desde mañana, 1° de julio, el Gobierno nacional aplicará un aumento escalonado en los impuestos a los combustibles, lo que se traducirá en un impacto directo en los precios de la nafta y el gasoil en los surtidores. La medida, oficializada hoy por el Decreto 441/2025, se implementará en dos etapas y finalizará el 1° de agosto.

Detalles del aumento

Los incrementos en los montos fijos por litro, que rigen desde el 1° de julio y hasta el 31 de julio, serán los siguientes:

·Nafta: Se sumarán $6,62 al Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y $0,405 al Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC).

·Gasoil: El ICL aumentará en $5,346, el IDC en $0,609, y se añadirá un extra de $2,895 para las zonas con régimen diferencial, como la Patagonia.

A partir del 1° de agosto, se aplicará la totalidad de los aumentos acumulados, incluyendo los ajustes pendientes de 2024 y el primer trimestre de 2025.

¿Por qué el aumento escalonado?

El Ejecutivo justificó esta decisión argumentando que, si bien la Ley 23.966 establece una actualización trimestral automática de estos impuestos según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, la medida fue postergada en varias ocasiones para mitigar su impacto en la inflación.

Impacto en el surtidor y contexto

La suba impositiva se trasladará directamente al precio final que pagarán los consumidores en las estaciones de servicio. Aunque algunas petroleras ya adelantaron ajustes de hasta el 5% por movimientos internacionales del petróleo, la expectativa está puesta en la decisión de YPF, que definirá en los próximos días si aplica o no este nuevo aumento de mitad de año.

Este incremento se suma a una serie de medidas similares que fueron pospuestas desde 2023, en un intento por contener la presión inflacionaria en un escenario económico y social sensible.