Hola mi nombre es Diego Rojas, el taxista baleado el miércoles 19 a la madrugada cuando estaba trabajando para llevar honradamente el pan a mi casa. Hoy me encuentro indignado por este hecho que se repite por la inseguridad que se vive día a día. Por esto mismo me encuentro sin trabajo y sin amparo por parte del estado que se ha hecho totalmente ausente a mi situación.

Quiero expresar la impotencia que tengo al enterarme que tengo que presentarme en fiscalía a una audiencia, ya que la defensa del asesino Maximiliano Montoya pide revocar la carátula y darle la libertad.

El día del hecho el malviviente ya se encontraba con abogados a las 6 am y custodia policial en su casa y yo aún con un disparo en el cuello.

Dos quedaron en el apoya cabeza y el techo del vehículo. Hasta el día de la fecha no me ha asistido ningún psicólogo, abogado ni asistente social.

Soy sostén de familia. Si yo no trabajo mi familia no come. Estoy sobreviviendo económicamente gracias a la colaboración de mis compañeros que me acompañan en este difícil momento...

Las víctimas estamos solas, (AUSENCIA DEL ESTADO TOTAL). Se que lamentablemente esto se termina naturalizando porque nos pasa a toda la sociedad: los laburantes somos víctimas de estos delincuentes y la justicia no hace absolutamente nada. La policía pueden agarrar rápidamente pero la justicia no acompaña.

Tenemos lamentablemente la puerta giratoria.

Gracias a Dios hoy la puedo contar, pero estoy solo. Necesito que me acompañen en esta lucha que hoy me toca.