Georgina Calfuqueo, de la comunidad Aucapan de Junín de los Andes, elaboró uno de los 42 módulos textiles que conforman la pieza en la que también participaron una diseñadora y 34 tejedoras y tejedores de distintas provincias.

El Papa Francisco recibió días atrás un manto diseñado por Manuela Rasjido, con apliques de 42 piezas textiles elaboradas por 34 tejedores de Argentina. Uno de los módulos fue realizado por la artesana Georgina Calfuqueo, de la comunidad Aucapan de Junín de los Andes.

La presidenta de Artesanías Neuquinas SEP, Amanda Rial, quien depende del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres que conduce Julieta Corroza, expresó que “fue muy importante participar de este manto con nuestra cultura mapuche” y destacó “el trabajo de nuestras artesanas y artesanos, que trasciende las fronteras y en este caso llegó al Papa”.

A modo anecdótico, contó que “cuando el Papa se colocó el manto, el trabajo de Georgina quedó a la altura del corazón, por lo que se puede ver perfectamente en las imágenes”.


El Papa Francisco recibió a fines de mayo el manto que contiene obras textiles de la Argentina.
El manto colectivo consiste en una ruana tejida en telar criollo que contiene 42 piezas tejidas por Avelina Ábalos, Teresa Alanoca, Élida Arana, Norma Iris Ayala, Claudia Noemí Aybar, Elvira Isolina Bulacio, Elvira Burgos, Georgina Calfuqueo, Ángela Cañizares, Rossana Cartolano, Patricia Castillo, Yanina Cepeda, Victoria del Carmen Contreras, Asunción Escobar, Fidela Estorne, Graciela Gaspar y Rosa González.

También participaron Cyntia Gutiérrez, Jovita Gutiérrez, Lidia Klein, Patricia del Carmen Lamas, Rosa Maldonado, María Alejandra Martín, Elisa Mondaca, María Benita Morales, Francisca Ortíz, Cristina Torres Prádena, Norma Robles, Erick Rojas, Leónidas Silva, María Sosa, José Guido Suárez, Albino Suárez y María Magdalena Trejo.

En cuanto a las materias primas, se utilizaron fibras de vicuña, guanaco y llama, lana de oveja, hilos de algodón agroecológico, chaguar y seda de coyoyo.

Los materiales fueron teñidos con abriboca, algarrobo, añil, calafate, cáscara de cebolla, corteza de lenga, hollín, jarilla, lampazo, lapacho, nogal, palo amarillo, quinchamal, sauco y té.

Entre las técnicas utilizadas se encuentran: atado de argolla, barracán, bordado, esparragón, faz de urdimbre, fieltro húmedo, ojo de perdiz, laboreo, listado, ñandutí, pallado, peinecillo, randa y tejido en red.

Para tejer las piezas se utilizó bastidor, telar a cuatro pedales, criollo, de cintura, vertical, horizontal elevado, de piso y pampa.

El proyecto comenzó a gestarse en septiembre del año pasado mediante la coordinación del Mercado Nacional de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas (Matria). La obra colectiva convocó a referentes de pueblos originarios, organizaciones artesanas, ciudades y parajes de distintas provincias argentinas.