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Josefina tiene 59 años y un problema con el alquiler que pagaba, la dejó en la calle. Ahora duerme con sus hijos en la puerta de la Catedral en Neuquén capital con temor a que también la desalojen de ese lugar que es "más seguro".

Josefina se ganó la vida desde siempre como vendedora ambulante, pero se le hizo cada vez más difícil y, desde hace un año aproximadamente quedó en la calle. Obviamente, la intemperie tiene otras acechanzas. "Me robaron, me golpearon, me maltrataron, sufrí humillaciones, viví todo", contó con crudeza.

"Yo siempre trabajé. Ahora pido ayuda y con esas moneda y compro para seguir vendiendo. Todo el mundo me conoce. Hace 30 años que vendo acá, afuera de la iglesia, pero jamás he hecho nada malo, ni he robado, ni nada", explica.

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El pedido ahora es otro: "Mi situación es muy complicada, en el último alquiler en el que estuvimos resulta que era una casita que los hermanos estaban en sucesión. Un día se pelearon entre ellos y nos echaron. Hace un año y dos meses quedamos en la calle. Ahora necesito un alquiler, algo accesible, que yo pueda pagar", detalló.
Josefina no está sola. La acompaña un hijo del "corazón", porque también se da tiempo para dar afecto y su hija de 14 años. "He trabajado desde los 5 años. Yo no soy una persona que va a mentir, soy grande, soy una persona enferma y lo único que necesito es un techo para poder vivir", dijo.

"Aunque sea una piecita grande donde nos podamos instalar, más que nada por mi hija. Mi hijo del corazón sale a trabajar y trae lo que puede, lo que le alcanza con las changas que hace, pero no me quiere dejar sola, por eso necesitamos aunque sea un lugar para estar. Ya llevamos más de un año en la calle", insistió.

Quienes quieran colaborar, acercar una ayuda, comprarle algo o sepan de un lugar donde vivir, se pueden comunicar al teléfono 2996728404.