Imagen
Nicolás Ferragut y Paula son los papás de Luca, el chiquito de 2 años que donó su corazón a Felipe, un chiquito de un año, que estaba en el hospital Italiano de Buenos Aires en lista de espera para un trasplante cardíaco. Y el dolor de la partida de Luca se transformó en darle vida a Feli que, como segundo nombre, se va a llamar Luca.

Luca tenía dos años, recibió un trasplante de hígado en noviembre de 2024, pero contrajo una infección respiratoria de la que no pudo recuperarse. Falleció el 18 de junio. "En ese momento todo ayuda y todo te emociona. La verdad que vivimos momentos muy difíciles. Como padre, ver a tu hijo en ese estado, él estaba conectado últimamente a una máquina que se llama ECMO. Esa máquina lo que hacía es hacer el trabajo del pulmón, para que su pulmón descanse, estaba muy dañado el pulmón. Entonces esa máquina lo que hacía era sacar la sangre de su cuerpito, la oxigenaba y volvía a su cuerpo. Era una operación que se le hizo muy riesgosa, podía pasar cualquier cosa, por suerte la tomó bien y eso dio tiempo a que él tenga unos días más de vida, que nosotros podamos vivir el duelo, poder despedirlo. Fue mucho tiempo que estuvimos así, más de una semana. Fue mucho dolor, porque nosotros ya sabíamos que él se iba que él se iba a ir y costaba mucho".

"Ellos nos dijeron, nosotros ya no podemos hacer nada, esta máquina cuando deje de funcionar va a llegar el momento", recordó el papá.

Paula explicó que "Los médicos nos dijeron, esa no es una mochila que ustedes cargan. Las decisiones son médicas con respecto a Luca. A lo que se puede y no se puede hacer más, es puro y exclusivamente de los médicos, no de ustedes. Pero bueno, si sabíamos, digamos, con el correr de los días que él estuvo conectado a esta máquina y no habían avances, todo lo contrario, sus pulmones venían cada vez peor, sabíamos que no había forma allá de que se pudiera recuperar", afirmó.

"Nos dijeron: hasta que no llegue el momento en que esto se tenga que hacer no vamos a saber si se puede, digamos, porque hay que ver que, llegado el momento, ese órgano esté en condiciones de que otra persona lo pueda recibir. En este caso por suerte se pudo y bueno, fue Feli, un vecinito en algún momento nuestro, que lo recibió", detallaron.

Paula contó que "Feli tiene un añito. Estuvieron un tiempo uno al lado del otro exactamente, nos conocimos con sus papás, se crean vínculos muy fuertes dentro del hospital con otros papás que pasan la situación, en este caso que estuvimos en la misma habitación más todavía, pero de por sí te pasa que vas compartiendo las historias de los otros papás del hospital y la verdad es que se crean vínculos muy fuertes, que te ayudan a atravesar ese momento también. Porque es gente que está pasando lo mismo que vos, en distitna medida o con otra cosa, pero está pasando lo mismo".

Nicolás, recordó que "estábamos en hiperterapia, ahí no podés tomar mate, no podés comer, no podés nada, no podés dormir, estar ahí al lado de él y nada más. Entonces, muchas veces nos sacaban afuera cuando había que hacer alguna intervención o por cualquier motivo te sacan, por precaución. Y ahí afuera te vas conociendo. Y por ahí te sirve más el apoyo de esos padres que algún familiar quizás. Porque ellos entienden por lo que pasa a cada uno. te entienden. Quizás te miran y te abrazan nomás y con eso te da fuerza para poder seguir", describió.

"Sus papás nos agradecían, nos dijeron literalmente: le salvaron la vida a nuestro hijo y nada, la verdad es que la emoción era muy fuerte porque si bien nosotros estábamos atravesando un dolor tremendo nos daba un poquito de paz en toda esta situación, un poquito de bálsamo para tanto dolor en este momento ¿no?. Ni hablar que lo conocíamos a Feli, ¿no? Eso es como un plus en toda esta historia", afirmó.

"Sí, el contacto sigue estando con sus papás, nosotros hablamos, nos dijeron, pueden venir a casa en Neuquén cuando quieran, van a ser bien recibidos, y ellos dicen, son los papás de corazón de Feli. Nos decía el papá que justo estaban buscando ponerle un segundo nombre cuando después el abrazo este empezamos a charlar nos cuentan esta historia y dice ahora ya tiene segundo nombre se va llamar Luquita", rememoró.

"La idea nuestra también de seguir fomentando esto, es eso, que no sólo que la pérdida de Luca no sea en vano para nosotros, que toda esta historia se conozca, que la gente se anime a donar, que se encuentra una paz después de eso, después de tanto dolor. Y sobre todo esto, que haya más posibilidades para los niños, porque la donación pediátrica es un tema del que no se habla mucho. Nosotros en este caso porque bueno habíamos estado del otro lado y bueno seguíamos la campaña de Feli y de otros niños en el hospital Italiano, hay dos nenas más que están esperando corazón. Una de ellas hace más de un año es Caterina que también conocimos a su mamá y también la relación es muy fuerte. Seguimos hoy en contacto a ver cómo siguen porque es eso, se encariña un montón", dijeron.