Desde su retorno al poder, los talibanes han querido que la vida de las mujeres se pliegue a su interpretación integrista del islam, y excluyeron a las afganas de los empleos públicos, restringieron sus movimientos y les impidieron asistir a la escuela secundaria.
Unas 20 mujeres afganas salieron este domingo a las calles de Kabul, la capital de Afganistán, para pedir "pan, trabajo y libertad" y protestar contra las restricciones impuestas por el Gobierno islamista de los talibanes.
Desde su regreso al poder en agosto, este movimiento fundamentalista islámico fue limitando las libertades conquistadas por las mujeres en estos últimos 20 años tras la caída del anterior régimen talibán (1996-2001).
"¡La educación es mi derecho! ¡Reabran las escuelas!", repetían las manifestantes frente al Ministerio de Educación, muchas de ellas con velos que cubrían también su rostro, informó la agencia de noticias AFP
Las mujeres pudieron caminar unos metros antes de que talibanes les cortaran el paso y las dispersaran.
"Queríamos leer una declaración, pero los talibanes no lo permitieron", dijo una de las participantes.
"Tomaron los teléfonos móviles de algunas de las chicas y nos impidieron tomar fotos o hacer videos de la protesta", explicaron.
Desde su retorno al poder los talibanes han querido que la vida de las mujeres se pliegue a su interpretación integrista del islam.
Así, excluyeron a las afganas de los empleos públicos, restringieron sus movimientos y les impidieron asistir a la escuela secundaria.
A principios de mayo, un decreto estipuló que el velo integral en público era obligatorio para las mujeres, preferentemente un burka, y que era mejor que "se quedaran en sus casas" si no tenían una razón urgente para salir.
Estas nuevas medidas provocaron la indignación mundial.
Hace dos días, los talibanes rechazaron el llamado del Consejo de Seguridad de la ONU que les pidió dar marcha atrás en estas restricciones y consideraron que estas preocupaciones "no tenían fundamento".