El juez Raúl Aufranc tuvo por formulados los cargos presentados por la fiscalía para siete personas por la causa en la que fallecieron Víctor Herrera, Gonzalo Molina y Fernando Jara, producto de la explosión de un tanque de mezcla de la refinería NAO ocurrida en la madrugada del 22 de septiembre de 2022 en Plaza Huincul. Rodrigo Arias y Angel Fabián Obreque por el delito de estrago culposo, agravada por la muerte de tres operarios, en calidad de autor.

Sobre Guido Torti, Jefe de Planta; Silvio Saibene, Jefe de Mantenimiento; Natalia González Técnica en Seguridad e Higiene; Gimena Brillo Licenciada en Seguridad e Higiene y Alfredo Novaro, responsable de la empresa que certificó y habilitó la empresa, el juez aceptó la figura de estrago doloso, agravado por la muerte de 3 personas.

La fiscalía detalló falencias e incumplimiento de normas de seguridad por parte de la empresa en instalaciones eléctricas, de almacenamiento y de circulación de fluídos como también de elementos y medidas de seguridad para prevenir y controlar incendios producto de lo cual se produjo el incidente que provocó la muerte de los tres operarios.

Quedaron imputados el gerente de la empresa y el jefe de producción, acusados por el delito de estrago culposo agravado por el resultado muerte y, por otro lado, el jefe de planta, el jefe de mantenimiento, dos responsables de seguridad e higiene y un auditor externo por el delito de estrago doloso agravado por el resultado muerte.

El juez Aufranc declaró ésta como causa compleja, por lo que el plazo de investigación se extenderá por un año.

La fiscal Sandra González Taboada, describió que "Tras un fuerte zumbido, se generó una nube de vapores. Al tomar contacto con “una fuente de ignición idónea como fue uno de los artefactos eléctricos posicionados  dentro de la sala de control – ubicada a una irregular distancia  de 15  metros- del ya indicado  tanque 205. Inflamándose, o sea,  prendiéndose la mezcla y en su retroceso produce la explosión del tanque y la voladura del techo del mismo. Esta combustión súbita mencionada (deflagración), se produce con una onda expansiva y frente de llama de modo casi instantáneo, ocasionando la muerte de los operarios Herrera, Molina y Jara, que se encontraban trabajando y quienes se conducían a la sala de bombas donde se encontraba una artesanal y precaria red contra incendios, quedando atrapados en la bola de fuego producida al quemarse la masa de vapores emitidas, afectando además las  instalaciones propias y linderas a la refinería, las cuales fueron envueltas por las llamas y los altos niveles de radiación térmica”.