Lo indicó Gabriel Zanotti, miembro de número de la Academia Nacional de Educación, en la conferencia “IA: Filosofía detrás del ChatGPT y su impacto en la educación”, realizada el jueves 29 de junio, en el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT).
En diálogo con el propio ChatGPT, el doctor en Filosofía dedicó la primera parte de su disertación a precisar las diferencias entre inteligencia humana y artificial. Sostuvo al respecto que la distinción inicial tiene que ver con la libertad. “Mientras que la inteligencia humana es interpretación y creación, la inteligencia artificial no elige ni decide. Sólo calcula y deduce una conclusión de acuerdo con las premisas de las que parte”, señaló.
Por esa razón, el también profesor de la Universidad del CEMA indicó que “la inteligencia artificial no entiende ni tiene conciencia de sí misma, ya que entender es interpretar y el conocimiento no es sólo información”. Zanotti también observó que “la inteligencia no es reducible a lo físico”, siguiendo al filósofo Karl Popper, quien trazó las diferencias entre el mundo físico, el de las emociones humanas y el del sentido de los mensajes.
En base a eso, el experto se explayó sobre una de sus principales tesis acerca del posible devenir de la inteligencia artificial. “Si el ser humano se reduce a un comportamiento robótico y a un razonamiento meramente instrumental, entonces el famoso ChatGPT le va a sacar su lugar”, indicó. En esa definición se basa, subrayó, el temor sobre la probabilidad de que la inteligencia artificial elimine puestos de trabajo y provoque disrupciones socioeconómicas.
Ejemplificó dicha definición con el sistema educativo formal. “Los docentes nos comportamos computacionalmente cuando nos dedicamos a repetir información delante del alumno y luego lo examinamos, pidiéndoles que repitan lo que les habíamos repetido”, señaló. Reiteró, en ese sentido, que la amenaza de la inteligencia artificial es cierta, cuando “reducimos el conocimiento a simple información”.
Por eso, metaforizó que “ChatGPT es una especie de venganza de la tecnología capaz de anular la última línea de defensa que intentaba frenar la modificación del sistema educativo basado en la repetición”. Elucubró al respecto que la función tradicional de los docentes debe transformarse y que se necesita cambiar el enfoque del sistema educativo.
“Ahora, debemos ser tutores de estudiantes que se autoeducan. Si no logramos serlo, no seremos nada”, reflexionó. Y concluyó que “si bien aún es imposible librarnos del aula tradicional, exhorto a todos los docentes, como primer paso, a tratar de encarar una educación que despierte el pensamiento crítico”.
El especialista fue consultado por la audiencia acerca de la petición que suscribieron más de mil especialistas en ciencia y tecnología, en pos de detener la carrera para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que ni siquiera sus creadores pueden entender, predecir o controlar de forma fiable, debido a la amenaza que representan para el futuro de nuestra civilización.
Su respuesta fue concluyente: “Elon Musk está demasiado asustado porque, tal vez por su formación, cree que la inteligencia artificial es inteligencia. Pero es filosóficamente contradictorio que algo puede evolucionar hacia otra cosa que está en contra de su naturaleza. Para saber si es posible, necesitaríamos otra teoría del cambio sustancial”.
La disertación se realizó en el marco del ciclo de conferencias abiertas a la comunidad que viene desarrollando el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT). En esta ocasión, participaron el rector del IUDPT, Mariano Álvarez, quien moderó la conferencia; el presidente de la Fundación DPT y fundador de la institución, Guillermo Gómez Galizia, y representantes de la comunidad académica, entre casi un centenar de asistentes.