Ciudades de la meseta Patagónica, como Cutral Co y Plaza Huincul; de la Confluencia de los ríos, como Neuquén capital y del Alto Valle, como General Roca, estaba cubiertas de humo desde el viernes en la tarde. Por momentos, el viento también deja sentir el aromo a bosque quemado. El humo se extiende hasta el sur la provincia de Buenos Aires, por el este y Córdoba en el norte.
Hasta este viernes eran 7 mil las hectáreas afectadas. Pero la noche no trajo alivio, si no, por el contrario las condiciones imperantes en la zona de la catástrofe favorecen la propagación del fuego.
En la noche de viernes, la luna tomó un extraño color entre anaranjado con tintes rojizos que llamó la atención de vecinos de Neuquén y Río Negro. Una nube cubrió el cielo, como si fuera un manto translúcido.
Esta mañana, en las rutas cordilleranas es evidente que hay humo. No dificulta la visibilidad pero la afecta.