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Este domingo debía jugar Petro ante Atlético Neuquén en primera división, pero llegado la hora de inicio, la policía retiró los efectivos del estadio de Plaza Huincul y, por consiguiente, el partido se quedó sin seguridad y fue suspendido.

Desde el club informaron que hubo un episodio en el partido de séptima división, que era el anterior al de primera, donde Petrolero enfrentaba a Independiente. El naranja perdía 3-1 y en el final del encuentro marcó el descuento. Hubo un jugador de Petro que intentó tomar la pelota desde el fondo del arco para reiniciar rápido el juego e intentar el empate, pero un chico del rojo, aferró el balón contra su cuerpo y se produjo un tumulto.

Siempre de acuerdo al relato de dirigentes del equipo de Plaza Huincul, la policía se encontraba en el lugar para el partido de primera y, a pesar que era el juego anterior, decidió intervenir. Ingresaron al campo de juego y utilizaron los escudos para separar a unos y otros.

Hubo muchos reclamos de los padres y la advertencia de que van a hacer denuncias porque son menores de edad –categoría 2009-.

“Entraron los ochos policías con los escudos... imaginate todos con los escudos empujando a los nenes. Hubo papás que le gritaron en especial a una policía y le dijeron que la iban a denunciar.

Cuando terminó eso, el oficial nos dijo ‘no presto el servicio’ y se fueron”, contaron desde la directiva naranja.

“No se entendió por qué se metieron con los escudos a golpear los nenes si estaban para el partido de primera, no para el de séptima”, dijeron.

“Además, no era una pelea. Solo eran dos chicos de ambos equipos queriendo hacerse del balón. Ni siquiera hubo pelea, solo un amontonamiento”, detalló la misma fuente. En definitiva, los adicionales se fueron y el partido debió suspenderse.