Unos 1.500 fanáticos provenientes de Salta, Tucumán, Córdoba, San Juan, Mendoza, Rosario, Santa Fe, Rafaela, Bahía Blanca, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Trelew y Río Negro, entre otros puntos del país, se congregaron alrededor del reloj de Qatar 2022, en Doha.
Por Fernando Bianculli enviado especial Telam a Qatar
Los hinchas argentinos que viajaron a Qatar para acompañar a la Selección en el Mundial 2022 se concentraron este lunes, durante el sofocante mediodía de Doha, para dar apoyo antes del debut ante Arabia Saudita.
Cerca de 1.500 fanáticos entregaron un adelanto del ambiente que se vivirá este martes en el estadio de Lusail a las 7.00 de Argentina, cuando se produzca el esperado estreno del equipo capitaneado por Lionel Messi.
La manifestación se realizó bajo un sol intenso, alrededor del reloj de Qatar 2022, situado en el Corniche, emblemático corredor marítimo que ofrece las mejores vistas de la capital del emirato.
Por su composición, se trató del primer banderazo genuinamente argentino, con hinchas de diferentes puntos del país y otros llegados desde diversas partes del mundo para acompañar al campeón de América, uno de los grandes candidatos de la competencia.
Con banderas y camisetas, los fanáticos hicieron saber su pertenencia a Salta, Tucumán, Córdoba, San Juan, Mendoza, Rosario, Santa Fe, Rafaela, Bahía Blanca, Buenos Aires, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Trelew, Río Negro y otros puntos del país.
Hinchas de Boca, River, Racing, Independiente, San Lorenzo, Huracán, Vélez, Ferro, Atlético y San Martín de Tucumán, Rosario Central y Newell's, Argentinos Juniors, Nueva Chicago, Chacarita y otros clubes cantaron hermanados por la Selección.
Los más enfervorizados se formaron en un círculo y arengaron a todos los presentes con una canción que puede convertirse en el tema de este Mundial, así como lo fue el "Brasil, decime que se siente..." hace ocho años.
Con melodía del grupo La Mosca, el nuevo hit reza: "En la Argentina nací, tierra de Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas que jamás olvidaré; yo no te puedo explicar, porque no vas a entender, las finales que perdimos tantos años las lloré; pero eso se terminó porque en el Maracaná, la final con los ´brazucas' la volvió a ganar papá… muchachos ahora nos volvimos a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial, a Diego; desde el cielo lo podemos ver, con Don Diego y Doña Tota, alentándolo a Lionel".
La selección argentina fue un motivo de celebración constante desde que se inició la cuenta regresiva para el primer Mundial en Medio Oriente pero recién este lunes, con la llegada del primer contingente desde el país durante el fin de semana, el clima adquirió el color de la cultura futbolera propia.
Hasta esta jornada había predominado el fanatismo global, ese que despierta Messi y la camiseta "albiceleste" en las naciones árabes y en toda la región de Asia Meridional.
Argentina Fans Qatar, una agrupación con aficionados oriundos de India, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka y Pakistán, dominó la escenografía de todos los festejos anteriores. A ellos se sumaron hinchas locales y aquellos procedentes de Arabia Saudita, que por capacidad económica, mostraron un creciente interés en presenciar los partidos del seleccionado.
Por esa razón, el juego de mañana estuvo entre los más requeridos durante las distintas fases de venta de entradas que habilitó la FIFA, como también el siguiente de México, cuya comunidad en el país del Golfo se encuentra entre las más numerosas y coloridas.
La Copa del Mundo que comenzó el domingo en el estadio Al Bayt, con la victoria de Ecuador sobre el equipo anfitrión, elevó su temperatura al máximo con la convivencia de fanáticos de todas las nacionalidades que recorren el centro de Doha, comparten el espacio del Fan Festival, se cruzan en las estaciones de metro y celebran juntos la pasión del fútbol.
En esa materia, los argentinos hacen escuela, por ello en el banderazo de este lunes quedaron retenidos curiosos de Gales, Canadá, Estados Unidos y Países Bajos, que registraron el fervor generado por la Selección. Ese que podrá registrarse este martes en Lusail, estadio al que todos los argentinos esperan volver el 18 de diciembre cuando, a un costado del campo de juego, el trofeo de 6,142 kilómetros de oro macizo espere por su nuevo propietario.