El futbolista Walter Pérez fue juzgado por el delito de "abuso sexual con acceso carnal", en perjuicio de una joven que al momento del hecho tenía 18 años. Junto a él, fueron condenados otros cuatro jóvenes a 9 años de cárcel, mientras que otro acusado ya había reconocido su participación en el abuso y acordó un juicio abreviado.
El defensor de Huracán Walter Pérez fue condenado a 11 años de prisión y quedó detenido tras un juicio por una violación grupal a una joven, cometida en diciembre de 2019 en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz, informaron este sábado fuentes judiciales.
La decisión de la Cámara 11 del Crimen recayó sobre el futbolista por el delito de "abuso sexual con acceso carnal", en perjuicio de una joven que al momento del hecho tenía 18 años.
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal dispuso la inmediata detención del defensor del "Globo", que había jugado el último partido de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) el 23 de octubre contra Patronato en el que se hizo un gol en contra y ya fue alojado en la cárcel de Bouwer.
"La familia está muy conforme, lo que han hecho es una bestialidad", dijo a Télam el abogado Benjamín Sonzino Astudillo, representante de la víctima.
En el fallo dado a conocer este viernes a la tarde, además de Pérez (24), fueron condenados otros cuatro jóvenes a 9 años de cárcel, mientras que otro acusado ya había reconocido su participación en el abuso y acordó un juicio abreviado.
El jugador "Quemero" había estado ocho meses preso y en septiembre de 2020 fue excarcelado ya que la Cámara de Acusación de Córdoba revocó su prisión preventiva por falta de mérito.
De esta manera, Pérez llegó en libertad al juicio, realizado a puertas cerradas debido a que se trataba de tema contra la integridad sexual, y tras la sentencia regresó a la cárcel.
El defensor del club de Parque Patricios había sido detenido en su momento por orden del fiscal de instrucción, Ricardo Mazzuchi, el 22 de diciembre de 2019, que les dictó la prisión preventiva, medida luego confirmada por el juzgado de Control.
Junto a nueve amigos, había alquilado una casaquinta en Carlos Paz y días antes invitaron a cuatro chicas que habían conocido durante esas vacaciones.
Una de ellas denunció que fue víctima de una violación grupal, radicó su denuncia en una comisaría de la ciudad y fue revisada en un hospital local, donde los médicos constataron lesiones compatibles con el hecho narrado.