En diálogo con Télam, Gabriel Rouret contó que Marcos Acuña "siempre fue como es ahora, desde chico, con un perfil bajo, pero muy bueno". El entrenador conoce al jugador del seleccionado argentino desde los 7 años y se convirtió en su gran amigo con el paso del tiempo.
Gabriel Rouret, el entrenador de Marcos "Huevo" Acuña en el club Don Bosco de la ciudad neuquina de Zapala, aseguró que siente "una alegría indescriptible" y que es "muy emocionante verlo campeón del mundo", mientras a muchos kilómetros de allí avanzaba la caravana con el micro de la Selección por la autopista Riccheri en dirección a la General Paz.
En diálogo con Télam, Rouret se mostró conmovido al expresar el sentimiento que lo une a Acuña, a quien conoce desde los 7 años y se convirtió en su gran amigo con el paso del tiempo y de la vida compartida.
"Es una película que viene pasando desde que arrancó el Mundial, porque uno lo conoce desde tan chiquito y no se puede creer; lo charlo con mi hijo, con los vecinos, y es una emoción que haya llegado, ahí está", expresó.
Rouret contó que Acuña "siempre fue como es ahora, desde chico, con un perfil bajo, pero muy bueno", mientras seguía la transmisión del recorrido de los ídolos de la Selección campeona del mundo, rodeada de cientos de miles de argentinos.
"Es muy emocionante, porque es increíble el lugar donde está; es una alegría indescriptible, lo estamos disfrutando mucho", concluyó Rouret.
Desde el municipio de Zapala informaron que esperan la visita del ídolo neuquino para enero, y señalaron que "va a ser una fiesta, se está preparando todo, con el merecido reconocimiento".