Mantener la iluminación de la plaza del Otaño parece "misión imposible". La situación no es nueva. Ocurre desde hace años. Grupos de chicos rompen cableados y luminarias para dejar el lugar en semipenumbras o, directamente, a oscuras como una forma de "apoderarse" del lugar. Algunos con intenciones delictivas, otros con forma de travesura, pero lo cierto es que las roturas son de hace muchos años y parecen no tener fin.
Hasta hace un tiempo atrás, se rompían directamente las luminarias. Se les colocó protector y fueron por los cableados. Ahora se van a proteger con rejas las instalaciones que quedan a la vista para evitar que se corten los cables.
Cabe aclarar que no es el único lugar de la ciudad donde hay actos de vandalismo. Como se recordará, en el bulevar de Rothher se colocaron plantas que duraron menos de 24 horas.
Obviamente, la instalación de las cámaras de seguridad va a permitir observar a quienes vandalizan y, cabe recordar, que existen sanciones dispuestas por el Tribunal de Falta pero, llegado el caso, también de tipo penal dado que, cuando se cortan cables siempre queda un lado con el positivo "vivo" y esto puede provocar un accidente grave porque se trata de espacios públicos.