Puede ser una imagen de una persona, pelo rubio y sonriendo

Armando Jara, expareja de Griselda Blanco y único acusado del femicidio cometido en Curuzú Cuatiá, seguirá detenido . Según su abogado, presentará "todas las pruebas que tiene a su favor" para demostrar que es inocente.

Armando Jara, expareja de la periodista correntina Griselda Blanco, asesinada el sábado pasado en localidad de Curuzú Cuatiá, quedó este martes formalmente imputado como autor del femicidio de la mujer y seguirá detenido, mientras que la abogada de la familia de la víctima presentó ante la Justicia información sobre una persona que podría estar entre los sospechosos del crimen, se indicó oficialmente.

La titular de Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas (UFIC) de dicha localidad de Curuzú Cuatiá, María José Barrero Sahagún, formalizó alrededor de las 19 la imputación a Jara “por el delito de homicidio agravado por la relación de pareja (femicidio)”.

Según comunicó el Ministerio Público Fiscal (MPF) correntino, a la misma hora estaba previsto que comience la indagatoria al acusado, que también es periodista y tuvo una relación de pareja con la víctima.

Según el MPF, la fiscal planteó la figura del femicidio como móvil del asesinato al participar de la audiencia de formalización de la imputación en el Juzgado de Garantías de Curuzú Cuatiá, a cargo de Martín José Vega.

A su vez, la instructora judicial adelantó que pedirá la prisión preventiva del imputado "dado que cuenta con evidencia suficiente para vincularlo al hecho y por existir riesgo procesal”, señaló el MPF y agregó que “la pesquisa avanza con distintas diligencias científicas cuyo resultado serán oportunamente informados”.

Antes de iniciada la indagatoria, el letrado defensor de Jara, Francisco Adaime, adelantó a Télam que el imputado iba a “presentar todas las pruebas que tiene a su favor” porque, según le dijo el hombre, “es inocente”.

“Hay mucha desinformación en los medios, como la que indica que hay imágenes de una cámara que supuestamente lo involucra a cierta hora en la zona”, dijo el abogado y agregó: “Está muy sorprendido por estar involucrado en el hecho.”

"Está muy sorprendido por estar involucrado en el hecho"
Francisco Adaime, abogado defensor

Jara, quien se encuentra detenido en la comisaría primera de esa localidad distante 320 kilómetros al sur de la capital provincial, era indagado esta noche por la fiscal Sahagún, quien trabaja en el caso junto a Policía Federal (PFA).

El letrado contó que en las últimas horas dialogó con los hijos de Griselda Blanco, quienes le dijeron que "no creen que haya sido Jara" el autor del asesinato, al tiempo que resaltó que el hombre "no tiene denuncias por violencia de género".

LA VÍCTIMA
Griselda Blanco fue hallada estrangulada, con una soga en el cuello, tirada en el piso, con golpes en el rostro y heridas de arma blanca en su casa de la calle Juan Pujol, de Curuzú Cuatiá, el 20 de mayo pasado.

Blanco era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local.

 

Por su parte, Andrea Tribbia, abogada de la familia de la víctima, dijo esta tarde que aportaron a la fiscal “información sobre otra persona” que podría estar entre los sospechosos.

Y al referirse a Jara, la letrada dijo en diálogo con Radio Dos que si bien no lo descartan como sospechoso "tampoco está en la lista de los prioritarios".

La querellante mencionó una situación que consideró deben tener en cuenta los investigadores y que es el hallazgo, por parte de uno de los hijos de la víctima, de una captura de pantalla que ella le envió y que era preocupante.

"No era habitual en ella preocupar a sus hijos. Su actitud era de confrontar, de pasar por alto amenazas, ella se reía de eso", detalló sobre esa prueba Tribbia y añadió: “Son muchas las personas que la amenazaron, no sabemos la naturaleza del vínculo, pero la reacción por ese mensaje no era habitual en ella.”

Luego, Tribbia mencionó que solicitarán que se realice otras diligencias probatorias.

"Una prueba sería que los perros de la División Canes huelan la soga y para ver si rastrean ese olor en algún acusado. Estamos a la espera de los resultados de todos los celulares secuestrados y del examen forense de los cabellos que se encontraron en la escena" del crimen, concluyó.

La muerte de Griselda
Blanco (44) fue hallada estrangulada, con una soga en el cuello, tirada en el piso, con golpes en el rostro y heridas de arma blanca en su casa de la calle Juan Pujol, de Curuzú Cuatiá, la noche del pasado sábado.

La mujer era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local.

"Nuestra madre no se suicidó, a nuestra madre la mataron. Ella decía verdades que nadie se animaba a decir. La querían ver callada y no pudieron... Hoy fue nuestra madre y mañana puede ser cualquier persona de esta ciudad. Todo va a salir a la luz. Pedimos justicia por qué es lo que ella hubiese querido y lo que se merece. Justicia por Griselda Blanco", manifestó en una publicación en las redes sociales uno de sus hijos, Lautaro Cesani.

Es que la periodista curuzucuateña realizó diversas denuncias públicas, entre ellas, contra un comisario de la Policía provincial por abuso sexual y también por un caso de mala praxis en el hospital "Dr. Fernando Irastorza", donde murió una amiga, entre otras, y sus allegados aseguraron que "recibía amenazas".

Tras conocerse el crimen, desde la Federación de Trabajadores de Prensa (Fatpren) exigieron a la Justicia "una investigación transparente para el esclarecimiento urgente del hecho", al igual que desde la Asociación de Periodistas de Corrientes (APC).