Por unanimidad, un tribunal colegiado le impuso a Maximiliano Octavio Montoya, 5 años y 8 meses de prisión efectiva por haber intentado matar a un taxista que lo llevó junto a una mujer, en un traslado durante la madrugada del 19 de julio de 2023.

En la audiencia de determinación de la pena realizada hoy en la Ciudad Judicial, el fiscal del caso Andrés Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez, solicitaron que la condena sea de 7 años de prisión efectiva.

Para alcanzar el monto de pena requerido, los funcionarios de la fiscalía de Delitos Contra las Personas valoraron como agravantes: que fue un hecho de violencia desmedida, cometido contra una persona que estaba de espaldas y manejando, fue en la vía pública, que el imputado se despojó del arma utilizada y la actitud posterior a la comisión del delito, entre otras. En relación a las atenuantes sólo tuvieron por válidas la edad y que tiene una hija menor de edad.

El tribunal que impuso la pena, integrado por la jueza Carina Álvarez y a los jueces Luciano Hermosilla y Juan Kees, es el mismo que luego de un juicio declaró a Montoya responsable por los delitos de homicidio agravado por el uso del arma de fuego en grado de tentativa, en concurso real con amenazas coactivas agravadas por el uso de arma de fuego, también en concurso real con portación ilegal de arma de fuego.

Si bien habitualmente, el intento de homicidio con un arma de fuego incluiría la portación de armas, el fiscal y la asistente letrada acreditaron en el debate que el condenado ya portaba el arma en las horas previas al ataque.

El hecho ocurrió el 19 de julio de 2023, cuando alrededor de las 2.50 de la madrugada, Montoya tomó un taxi en Avenida Olascoaga y Sarmiento. Lo hizo acompañado por su pareja y le pidió al chofer que los llevara hasta la zona de Loteo Social. Durante el viaje, el taxista avisó a la base el destino al que se dirigía y en ese momento el ahora condenado comenzó a recriminarle que había llamado a la policía. Luego, Montoya comenzó a discutir con su pareja, mientras ella le pedía que no le hiciera nada al chofer. Fue en ese momento que sacó un arma de fuego, le apuntó al taxista, lo amenazó y le exigió que pasara los semáforos en rojo. En la zona del Metrobus, sobre Avenida del Trabajador y Pringles, la mujer se arrojó del auto. El chofer accionó el botón antipánico y también se tiró del vehículo en movimiento. Fue allí que el imputado le efectuó tres disparos, uno de los cuales lo impactó en la zona del omóplato.