Mientras la joven de 20 años sigue con asistencia psicológica y médica permanente, cinco detenidos esperan ser llevado al penal de Marcos Paz mientras que el restante (de 19 años), ya está en una unidad para jóvenes adultos. Están procesados por "abuso sexual con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas".
Por Diego Recchini
A un mes de la violación grupal en inmediaciones de la Plaza Serrano del barrio porteño de Palermo, la víctima no pudo aún volver a trabajar ni a estudiar e inició un tratamiento psicológico para intentar superar el "cuadro postraumático" que le generó el hecho, mientras los seis imputados procesados ya comenzaron a ser trasladados a unidades carcelarias federales para cumplir su prisión preventiva, informaron este domingo fuentes judiciales.
El abogado de la víctima, Hugo Figueroa, contó a Télam que a un mes del hecho, la joven abusada de 20 años sigue con asistencia psicológica y médica permanente y que por el momento no pudo retomar su trabajo en una empresa de desarrollo de software, ni sus estudios.
"Ella está de licencia en su trabajo. También estudia la carrera de programación que intentará retomar cuando ella y los profesionales de la salud que la asisten consideren que está en condiciones", dijo Figueroa. El abogado explicó que "a nivel médico, sigue tratándose con los profesionales del Hospital Rivadavia que la asistieron en un primer momento, mientras que ya está yendo a un psicólogo particular".
La única vez que tuvo que volver a una dependencia judicial fue al Cuerpo Médico Forense (CMF), donde se le realizó para la causa una pericia psicológica. Ese peritaje, realizado en el Departamento de Psicología del CMF y al que tuvo acceso Télam, detectó en su personalidad "rasgos histero-fóbicos", una "ansiedad de corte depresivo" y "vivencias de culpa y sometimiento".
"Si bien el material psicológico no presenta indicadores de riesgo cierto e inminente para sí o terceros, dado el impacto psíquico observado es necesario que continúe en tratamiento en salud mental de forma regular e intensiva", recomendó el informe remitido al juzgado.
"La nombrada ha cursado situaciones de violencia, con predominio en el área sexual, que han generado un cuadro postraumático en vías de cronificación y que han dejado una marcada impronta dañosa a nivel intrapsíquico, así como la emergencia de síntomas específicos e inespecíficos derivados de dicha situación", agrega el reporte.
La marcha de la investigación
En cuanto a la causa, a cargo del juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, y del fiscal 48 del mismo fuero, Eduardo Rosende, comenzaron los traslados de los acusados a cárceles del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y se aguardan los resultados de una serie de peritajes que podrían ser clave.
Voceros judiciales indicaron que Ángel Pascual Ramos (23), Lautaro Dante Ciongo Pasotti (24), Franco Jesús Lykan (23), Ignacio Retondo (22) y Thomas Fabián Domínguez (21), esperan cupo para ir al Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, mientras que Steven Alexis Cuzzoni (19), por su edad, es el único que ya fue derivado a una unidad de jóvenes adultos ubicada en ese mismo penal.
Los seis serán sometidos también a peritajes psicológicos ya ordenados por el juez, pero además, en los últimos días se les extrajo una nueva muestra de sangre, esta vez para obtener los perfiles genéticos indubitables de cada uno para, de esa manera, poder cotejar sus ADN con los hallados en diversas muestras recolectadas para la causa como evidencia.
En primer término, sus patrones genéticos serán comparados con los que se encuentren en los hisopados y en la ropa interior de la víctima.
También se compararán sus ADN con el de dos muestras de semen halladas dentro del automóvil donde se produjo la violación y con otras 16 recolectadas en las ropas de los propios imputados.
La mayor cantidad de este tipo de rastros se hallaron en las prendas justamente de los dos acusados que, según declararon los panaderos que rescataron a la víctima, abusaban de ella en el asiento delantero del auto: Ciongo Pasotti (seis muestras) y Ramos (cuatro).
Otras tres manchas dieron positivo en las ropas de Retondo, y una sola para cada uno, en la ropa interior de Domínguez, Cuzzoni y Lykan.
También se espera que la Sala VII de la Cámara del Crimen, resuelva en los próximos días las apelaciones presentadas por las distintas defensas de los acusados al auto de procesamiento con prisión preventiva dictado el 15 de este mes por el juez Fernández.
El magistrado procesó a los seis como presuntos coautores de un "abuso sexual con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas" (con una pena prevista de entre 8 y 20 años de cárcel) y a dos de ellos (Retondo y Domínguez) además por las "lesiones leves" provocadas a un testigo, y les trabó embargos por 35 millones de pesos a cada uno.
El fiscal Rosende también apeló pero en cuanto al punto de que, según fundamentó, los seis deberían quedar imputados por las lesiones, y no solo los dos que procesó el juez por ese delito.
En su resolución, el juez consideró que los seis actuaron con "un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles", más allá de que no todos hayan participado activamente del abuso de la víctima, al que describió como un "ataque sexual masivo".
El abuso grupal
El hecho ocurrió el feriado del pasado 28 de febrero, a partir de las 14.45, en la calle Serrano al 1300, en Palermo Soho, donde una pareja de panaderos y otro vecino intervinieron al ver que dentro de un auto Volkswagen Gol estacionado junto a la vereda abusaban en grupo de una chica.
Mientras cuatro de los imputados -Ramos, Ciongo Pasotti, Cuzzoni y Lykan-, estuvieron dentro del auto con la víctima, los otros dos -Domínguez y Retondo-, cantaban y tocaban la guitarra en la vereda, aunque "observando y convalidando el ataque sexual", según la resolución del juez.
Fernández sostuvo que los acusados se aprovecharon del estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la víctima -tenía alcohol, marihuana y anfetaminas en su organismo-, a partir de lo cual no estaba en condiciones de consentir ningún acto sexual.