Ya son diez las víctimas que contaron presuntos abusos cometidos por el hermano César Fretes, veinte años atrás. Acaban de denunciar penalmente a cinco altas autoridades jesuitas, quienes podrían enfrentar 15 años de prisión. El testimonio a Télam de tres de las supuestas víctimas tras el allanamiento al colegio.
Por Lucía Borello
En julio del año pasado dos ex alumnos del Colegio del Salvador hicieron públicos los presuntos abusos sexuales que habían sufrido por parte del hermano jesuita César Fretes 20 años atrás, cuando cursaban sexto grado de la primaria. Rompieron el silencio y presentaron un reclamo administrativo, se sumaron más denunciantes y el colegio rechazó el reclamo.
Tras ocho meses, hoy hay una denuncia penal en trámite contra seis de las autoridades de la institución jesuita y contra la Compañía de Jesús. También se realizaron dos allanamientos: uno en el Colegio del Salvador -Callao al 500, CABA) y otro en la sede del Centro Loyola de la Orden Jesuita, en San Miguel, Provincia de Buenos Aires.
"Tomamos la decisión de denunciar penalmente a quienes fueran autoridades del Colegio del Salvador y de la Compañía de Jesús como partícipes necesarios de los delitos de abuso sexual, corrupción de menores y encubrimiento agravado" dice el comunicado difundido por los diez denunciantes. Los acusados podrían enfrentar hasta 15 años de prisión, según palabra de Carlos Lombardi, defensor de los denunciantes.
Los cinco denunciados son Andrés Aguerre, Ricardo Moscato, Alfonso José Gómez, Rafael Velasco y Álvaro Pacheco.
Este miércoles 15, Gonzalo Elizondo, uno de los jóvenes que el año pasado realizó las primeras denuncias, escribió una carta a la que tuvo acceso a Télam en la que aclaró que hay mucha información que el colegio está ocultando: "Otra de las cosas que nos quisieron hacer creer desde la Compañía de Jesús fue que Fretes fue 'expulsado' en el año 2007, luego de una 'investigación interna'. En la documentación consta que Fretes presenta 'libremente' su renuncia, y que incluso la Compañía de Jesús lo ayudó económicamente durante meses hasta poder 'reinsertarse' en la sociedad. Es decir, no solo no lo denunciaron, ni lo investigaron, ni lo expulsaron, sino que le dieron apoyo económico para rehacer su vida, mientras nos dejaron a las víctimas conviviendo con nuestro dolor en silencio".
Denuncia penal y allanamientos
Actualmente ya son 10 los denunciantes con nombre y apellido; los abogados que los acompañan son Carlos Lombardi, Pablo Mayer y César Mayer.
El pasado viernes 10 de marzo tuvieron lugar dos registros y allanamientos simultáneos ordenados por la Fiscalía Nacional el Criminal y Correccional Nro. 2: uno al Colegio del Salvador -Av. Callao 542, CABA- y el segundo a la sede Centro Loyola -Colegio Máximo- perteneciente a la Orden Jesuita -Av. Ricardo Balbín 3226- en San Miguel, Provincia de Buenos Aires.
Tras esos allanamientos y la denuncia penal en trámite, este martes 15 los denunciantes emitieron un comunicado en el que expresaron sus ideas y sentimientos frente a esta nueva instancia legal.
Comunicado 14-3-23 ex alumnos Colegio del Salvador by Télam on Scribd
Primero la denuncia fue presentada ante la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) "con el patrocinio de los abogados Pablo Mayer, César Mayer y Carlos Lombardi", informaron los denunciantes. Tras un dictamen favorable de la UFEM, "la causa quedó radicada ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional N° 59 a cargo del Dr. Alfredo Godoy y la Fiscalía N°2 a cargo del Dr. Santiago Vismara", agregaron.
El abogado defensor, el mendocino Carlos Lombardi, manifestó aTélam que "el reclamo administrado fue desestimado -el año pasado-. La denuncia penal está en trámite, el hecho del allanamiento es una prueba de ello".
Con respecto a resultados o respuestas tras los allanamientos, Lombardi relató que "uno de los abogados de los denunciados presentó documentación al tribunal referida al abusador. Se la analizará en estos días".
Las cinco autoridades jesuitas denunciadas son:
• Andrés Aguerre: flamante rector de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue rector del Colegio del Salvador entre 2004 y 2010.
• Ricardo Moscato: Fue vicerrector del Colegio del Salvador entre 1999 y 2010 y rector desde 2010 a 2020. El rector actual del colegio es Jorge Black.
• Alfonso José Gómez: Superior Provincial de la Provincia Argentino Uruguaya de Compañía de Jesús entre 2003 y 2009. Desde el 2013 hasta el 2022 estuvo a cargo de la rectorìa de la Universidad Católica de Córdoba.
• Rafael Velasco: actual Superior Provincial de la Provincia Argentino Uruguaya de Compañía de Jesús -máxima autoridad jesuita-. Fue rector del Colegio del Salvador entre 1999 y 2003.
• Álvaro Pacheco: delegado del Provincial Jesuita para la prevención y denuncias de abusos en la Compañía de Jesús en Argentina y Uruguay.
Tras los allanamientos, el Colegio del Salvador emitió un comunicado contándole a la comunidad educativa sobre la entrega de documentos sobre los años de Fretes en la institución: "El colegio prestó toda su colaboración para que los oficiales intervinientes pudiesen desarrollar el procedimiento a fin de que se puedan aclarar los hechos bajo investigación".
- ¿Qué sentimientos tuviste en estos últimos días?
-Pablo Vio: Todo esto revolvió y generó una mezcla de sentimientos. Pero sin dudas lo que más aflora en un momento así es una gran alegría y "liviandad" por ir de a poco sanando heridas y sacándome un gran peso de encima. Saber que lo que antes parecía imposible, poco a poco se va haciendo realidad. Sentirnos escuchados, comprendidos y abrazados nos ayuda a tener más fuerzas para afrontar lo que se viene. Es súper reparador tener la oportunidad de encontrar justicia luego de tantos años de silencio y de no ser escuchados.
Empezamos este camino hace casi tres años, y hubo muchos momentos donde todo esto parecía imposible. Esta lucha no se trata solo de sanar heridas que tuvimos (o nos hicieron) que callar, sino también de ayudar a que este tipo de abusos dejen de suceder o que por lo menos existan más herramientas para ayudar a quienes lo sufran. Es poder pensar un futuro distinto para los que vienen.
-Gonzalo Elizondo: Muchas sensaciones. Por un lado ver que la causa se mueve en la justicia con acciones concretas genera satisfacción, que hay determinación para avanzar. Pero a la vez aparece nueva información que hay que digerir y que sigue abonando a lo que nosotros venimos diciendo hace mucho: que hubo un encubrimiento agravado, complicidad para que sucedan los abusos y que Fretes muera impune.
-Francisco Segovia: Los últimos días fueron raros. Veníamos de unos meses en que el tema había quedado en stand by y me estaba costando un poco volver a meterme en tema. Después, nuestros abogados nos trajeron la primera buena noticia: un juez había tomado la causa. Eso fue un gran alivio. Avanzar en el aspecto legal de todo este asunto era fundamental. Este lunes nos enteramos que el juez había dispuesto un doble allanamiento. Aunque todavía no alcanzamos nada a nivel legal, después de tantos meses de trabajo y organización haber logrado todo esto no es poca cosa.
-¿Qué significa que ya sean diez los denunciantes con nombre y apellido, más allá de que se estima en 40 más las presuntas víctimas de los abusos?
-PV: Que hayamos podido encontrarnos en este camino diez personas que sufrimos lo mismo y que decidamos después de tanto tiempo dar lucha juntos, es de las cosas más valientes de este proceso. A diferencia del otro lado que solo veo cinismo y cobardía. Pero también me hace reflexionar sobre este lugar de privilegio que nos toca transitar, porque la mayoría de las personas lo transitan solxs y en silencio. Por ende creo que esto puede servir para que sigamos insistiendo en que es muy importante escuchar, acompañar y entender los tiempos de todas las personas. No importa sean 10, 5 o 1; todos merecen el mismo respeto y por sobre todo justicia. Por eso es muy importante seguir seguir haciendo fuerza para romper este esquema que obliga a las víctimas a callar, tener miedos, culpas y vergüenzas; y pensar cómo podemos trasladar todo esto a quienes verdaderamente deberían sentirlo.
-GE: Que seamos diez ayuda mucho porque no estamos solos, somos un grupo. Al compartir las cargas se hace más fácil también llevar esto adelante más allá de los denunciantes, familiares que están siempre cerca, amigos, amigas, los abogados que están siempre presentes, nuestros terapeutas para los que hacemos terapia. Son formas de alivio y poder seguir adelante. En este tipo de causas también está abierta la posibilidad de que los que no denunciaron en su momento puedan sumarse. Con todos los que hemos charlado en su momento siempre hemos dejado esa puerta abierta porque a veces uno no está preparado para dar ese paso o realmente no lo ve necesario y después puede cambiar de opinión o con la fuerza para hacerlo. Esos tiempos también hay que respetarlos. Ojalá que estas noticias y ver que la justicia está tomando alguna acción ayude a que otras víctimas de abuso se animen a denunciar, se animen a hablarlo con su familia, hacerlo público o que vayan a la justicia. Es importante hacer esto para también generar conciencia y lograr que no ocurran más este tipo de abusos.
-FS: Este aspecto es fundamental. Desde julio del año pasado venimos consolidando una organización colectiva. Creo que sin esto hubiéramos alcanzado la mitad de los resultados que alcanzamos. Hace nueve meses casi no nos conocíamos entre nosotros. Recordábamos quizás caras y nombres, pero no mucho más. La conformación de un grupo, primero humano y luego de trabajo, fue fundamental en todo sentido. Por dar un ejemplo, muchos no habían hablado del tema con sus familias o gente cercana. A lo largo de estos meses sí lo han ido pudiendo hacer. Seguramente, esto sea porque se dio en un marco de diálogo y contención. Marco que nos negaron desde nuestro colegio, tanto a nosotros, como a nuestros compañeros y familiares.
Un poco de historia
Si bien Fretes murió en 2015, las víctimas del presunto abuso sexual consideran que el colegio encubrió al hermano jesuita al no haberlo hecho público a la comunidad educativa en ese momento, ni haberlo expulsado de inmediato de la Compañía de Jesús.
Fretes fue trasladado a la ciudad de Mendoza en 2003 tras los primeras denuncias que acusan recibo las autoridades del colegio. Sin embargo, los primeros casos comunicados al colegio datan de 1998. En Mendoza, Fretes realizaba trabajos administrativos y sin contacto con menores de edad, según las autoridades jesuitas aunque hay incongruencias en el relato al hermano haber visitado un colegio en esa provincia y haber visitado la institución porteña tras su traslado.
César Fretes había sido en 2002 tutor de sexto grado y acompañaba a los alumnos a los retiros espirituales que organizaba el colegio, llamados Encuentros con Cristo. Los denunciantes dieron su testimonio a Télam y a otros medios nacionales -en julio y agosto 2022- sobre diferentes situaciones que vivieron con Fretes: el religioso los incitaba a hablar de masturbación, confesarle el tamaño de su pene y mostrarles los genitales. Incluso uno de ellos denunció haberse despertado en el medio de la noche, en uno de los retiros mencionados, porque Fretes le estaba tocando los genitales.
Pablo Vio y Gonzalo Elizondo -hoy de 31 años- son quienes presentaron un reclamo administrativo a la institución exigiendo una “reparación integral” como explicaba el documento en julio del año pasado.
A partir de esta exposición, rápidamente se sumó Francisco Segovia (32), también ex alumno del colegio jesuita, quien al igual que Vio y Elizondo, recordaba situaciones de abuso por parte de Fretes. Así fue como comenzaron a aparecer más voces que decían haber sufrido violencia sexual de parte de su tutor de aquel entonces, es decir, Fretes; algunos anónimos y otros con nombre y apellido como los casos de Rodrigo Oliver y Nicolás Quinteros. Se estiman que fueron alrededor de 40 los niños que sufrieron abuso de quien se suponía que tenía que cuidarlos.
Fretes, al ser tutor de sexto grado, sacaba de clase a algunos alumnos para charlar en su oficina que tenía las ventanas tapadas; no se podía ver lo que sucedía adentro ni tampoco desde adentro se podía ver hacia afuera. El religioso se ganaba la confianza de los niños de 10-11 años para luego ejercer la manipulación y cometer los abusos, cuentan los denunciantes.
En agosto 2022, un mes después de presentar el reclamo administrativo, la Compañía de Jesús lo rechazó. Como respuesta y repudio, se presentó al Colegio del Salvador una carta abierta con casi 900 firmas -de docentes, ex docentes, padres y madres de alumnos y ex alumnos, ex alumnos, etc-, con preguntas para esclarecer el manejo de la institución con respecto a las denuncias contra Fretes y el rechazo del reclamo administrativo.