Una nueva jornada de tensión se vivió este miércoles en las inmediaciones del Congreso de la Nación, donde fuerzas federales bajo el mando de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reprimieron una movilización de jubilados y jubiladas. La zona, vallada y con un operativo de aproximadamente 1.000 efectivos, fue escenario de gases, empujones y ataques indiscriminados contra manifestantes y, contra los trabajadores de prensa que cubrían la protesta.
La particularidad de esta ocasión es que, a diferencia de otras manifestaciones, las calles se encontraban vacías y sin cortes de tránsito. Sin embargo, los agentes desplegaron el protocolo antipiquete con el objetivo de desalojar la Plaza de los Dos Congresos. La Gendarmería, de hecho, avanzó sobre los manifestantes que se encontraban en la vereda y gaseó a varios fotógrafos, entre ellos Antonio Becerra de Tiempo Argentino, conocido por haber sido fotografiado en su credencial por Santiago Caputo en un episodio anterior.
Como cada miércoles, los jubilados se movilizaron esta tarde para reclamar un aumento en sus haberes, la restitución de los medicamentos gratuitos del PAMI y manifestar su rechazo al veto del presidente Javier Milei a la ley que establecía un incremento en los ingresos del sector. Esta es la decimoquinta marcha en lo que va del año contra las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei.
A la manifestación de jubilados se sumaron, entre otros, médicos residentes del Hospital Garrahan, quienes se encuentran en lucha contra lo que denuncian como un vaciamiento de la salud pública. La protesta también contó con el apoyo de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y diversas organizaciones de izquierda.
Al menos dos trabajadores de prensa resultaron heridos durante los incidentes, aunque se encuentran fuera de peligro. La jornada dejó un clima de alta tensión y reforzó las críticas sobre el accionar de las fuerzas de seguridad en el marco de las protestas sociales.