Las universidades argentinas han experimentado un significativo retroceso en la edición 2025 del prestigioso ranking global del Center for World University Rankings (CWUR). La Universidad de Buenos Aires (UBA), aunque mantiene su liderazgo nacional, sufrió una caída del puesto 390 al 409, señal de una tendencia preocupante.
Este descenso de la UBA se atribuye, principalmente, a la baja en los indicadores de empleabilidad y, sobre todo, en la investigación, a pesar de una aparente mejora en la calidad educativa. El CWUR evalúa a más de 21.000 instituciones alrededor del mundo, considerando factores clave como la calidad educativa, la empleabilidad de sus egresados, la calidad del cuerpo docente y, con un peso del 40%, la producción en investigación.
Un declive generalizado con una excepción
La tendencia a la baja no se limita a la UBA. Otras destacadas casas de estudio del país también vieron comprometida su posición:
·La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) cayó 20 lugares, ubicándose en el puesto 752.
·La Universidad Nacional de Rosario (UNR) descendió al puesto 1576.
·La Universidad Nacional del Litoral (UNL) se posicionó en el puesto 1693.
·La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) quedó en el puesto 1793.
·La Universidad Nacional de Mar del Plata bajó al puesto 1841.
La única luz en este panorama fue la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que logró mejorar su posición, ascendiendo 155 lugares para situarse en el puesto 819.
La Investigación, el Talón de Aquiles
El presidente del CWUR, Nadim Mahassen, fue claro al señalar el "rendimiento en investigación" como el principal factor del declive de las universidades argentinas. Esto ocurre en un contexto de "intensa competencia global por parte de instituciones con una sólida financiación".
A nivel latinoamericano, la UBA se ubica en el quinto lugar, superada por instituciones de Brasil y México, como la Universidad de São Paulo (118), la Universidad Nacional Autónoma de México (282), la Universidad Federal de Río de Janeiro (331) y la Universidad de Campinas (369).
Este escenario pone de manifiesto los desafíos urgentes que enfrentan las universidades de Argentina en un entorno global cada vez más competitivo. La necesidad de una mayor inversión en investigación y desarrollo se vuelve crucial para revertir este panorama y mejorar su posicionamiento internacional.