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Por Mario Flores Monje

El 2 de mayo de 1982, el hundimiento del Crucero General Belgrano por parte del submarino británico Conqueror marcó un punto de inflexión en la Guerra de Malvinas. Este trágico evento, que se cobró la vida de 323 marinos argentinos en una sola tarde, representa una herida profunda en la memoria colectiva del país.

A 42 años de distancia, es importante recordar a los héroes como el joven neuquino Tulio Lacroix o Mario E. Flores, y reflexionar sobre las múltiples dimensiones de este hecho histórico. El hundimiento del Belgrano no sólo significó una gran pérdida de vidas humanas, sino que también alteró el curso de la guerra, inclinando la balanza a favor del Reino Unido.

Más allá de las consecuencias militares, este acontecimiento dejó una huella imborrable. El dolor y la indignación por el ataque a un buque fuera de la zona de guerra establecida por Gran Bretaña aún perduran.

Sin embargo, el hundimiento del Belgrano también abrió interrogantes sobre las decisiones tomadas durante el conflicto y la responsabilidad de los líderes políticos y militares tanto argentinos como británicos.

Años después, la Guerra de Malvinas y el hundimiento del Belgrano siguen siendo temas sensibles y, en algún sentido, sin resolver. Es fundamental abordar estos temas con seriedad y respeto, recordando por ejemplo que desde el año 2014 Neuquén tiene la ley 2907 que establece el día 2 de mayo de cada año como el "Día de los Tripulantes del Crucero A.R.A. General Belgrano”, promoviendo el diálogo y la reflexión crítica para comprender mejor lo sucedido y aprender de las lecciones del pasado.

En este 42º aniversario, honramos la memoria de los caídos y reafirmamos nuestro compromiso con una soberanía basada en la educación.

La Guerra de Malvinas dejó un legado de dolor y luto, pero también de heroísmo. Es importante recordar a los héroes del Belgrano y a través de ellos a todos los combatientes que defendieron la soberanía nacional. Su sacrificio no debe ser en vano. Debemos seguir trabajando por un país más justo y soberano, donde la memoria histórica sea fuente de aprendizaje y construcción de un futuro mejor.