Será el primer enfrentamiento en un Mundial con la Argentina pero el recuerdo se remonta al repechaje disputado en 1993 para ir a EEUU 1994 y el sentimiento de revancha estará latente.
El seleccionado de Australia será el inesperado rival de la Argentina en los octavos de final del Mundial de Qatar luego de eliminar con el triunfo por 1-0 en el duelo directo del grupo D a Dinamarca, el candidato a quedarse con la segunda plaza por detrás de Francia.
En su quinta clasificación consecutiva para una Copa del Mundo y la sexta desde su debut absoluto en Alemania '74, los "Socceroos" consiguieron por primera vez en la historia dos triunfos en el mismo torneo y repitieron la hazaña de Alemania 2006 cuando quedaron entre los 16 mejores del torneo.
En aquella edición en Europa, Australia, que solo registró cuatro triunfos en Mundiales, perdió en octavos de final con el que luego fue campeón del Mundo: Italia.
Será el primer enfrentamiento en un Mundial con la Argentina pero el recuerdo rápidamente se remonta al repechaje disputado en 1993 para ir a Estados Unidos 1994 y seguramente el sentimiento de revancha estará latente.
Con el regreso de Diego Maradona, el equipo de Alfio Basile empató 1-1 en la ida en Sidney pero en la revancha se impuso por 1-0 con gol de Gabriel Batistuta.
Juego de Australia en este Mundial
El camino de Australia en Qatar 2022 empezó con una dura goleada en contra ante Francia por 4-1, pese a comenzar arriba en el marcador por el gol delantero Craig Goodwin, uno de los ocho representantes de la A-League.
Para el segundo partido, el equipo cambió solo el lateral derecho y le ganó a Túnez por la mínima con el gol de Mitchell Duke, quien juega en la segunda división de Japón.
En la "final" contra Dinamarca, Australia se impuso por el tanto marcado por el delantero Mathew Leckie, del Melbourne City, franquicia del grupo económico emiratí que tiene como equipo principal a Manchester City. La figura en este Mundial es zaguero central Harry Souttar que mide 1,98 metros.
Las lesiones perjudicaron los planes iniciales del entrenador Graham Arnold, ya que antes del Mundial sufrió la baja de Martin Boyle, una de las figuras y el mediocampista con ascendencia bosnia Ajdin Hrustic, el único que juega en la Serie A para Hellas Verona, recién estuvo apto para jugar 27 minutos contra Túnez y los de adición ante Dinamarca. La campaña se cerró con 6 puntos, tres tantos a favor y cuatro en contra y terminó por debajo de Francia por diferencia de gol.
Pese a corresponder geográficamente al continente de Oceanía, los australianos participan de las Eliminatorias de Asia desde la previa de Sudáfrica 2010 ante el pedido de su dirigencia por las abismales diferencias con el resto de los países de la Confederación de Fútbol de su región (OFC).
Ese cambio, además de elevar su nivel competitivo, les resultó beneficioso en la medida que consiguió el pasaporte al Mundial en cada una de sus participaciones con los rivales del continente asiático.
En esta ocasión, se trató de un largo camino de 20 partidos hasta la instancia eliminatoria donde los australianos fueron verdugos de rivales con técnicos argentinos en ambos partidos disputados en el Estadio Ahmad Bin Ali, mismo escenario del partido que se jugará el sábado 3 de diciembre a las 16.00.
Primero le ganaron 2-1 al conjunto de Emiratos Árabes, dirigido por el "Vasco" Rodolfo Arruabarrena y luego sellaron su pasaporte en la tanda de penales ante Perú de Ricardo Gareca.
Ese mérito lo consiguieron con el inestimable aporte del polémico arquero Andrew Redmayne (Sydney FC), quien fue enviado a la cancha en el final del tiempo suplementario para desplegar su excéntrica conducta durante la ceremonia de los 12 pasos.
Redmayne ganó así centralidad en la clasificación mundialista después de haber estado casi toda la campaña a la sombra del capitán Mathew Ryan, el segundo arquero con más partidos en el equipo nacional.
El futbolista del Copenhague de Dinamarca, con pasado en Arsenal y Valencia, entre otros, Ryan es un sólido guardameta de 30 años, que disputa su tercera cita tras Brasil 2014 y Rusia 2018.
Graham Arnold, de 59 años, exdefensor del seleccionado "aussie", asumió el cargo de técnico luego del pasado Mundial, con un currículum que registraba, casi en su totalidad, un pasado por clubes y seleccionados juveniles de Australia.