Con este éxito, el tercero consecutivo, el conjunto del DT Rubén Insúa llegó a las 12 unidades y alcanzó en la cima a Lanús, justamente el único rival que pudo dar cuenta del 'Ciclón' en la segunda jornada.
Por su lado, Unión acumula apenas 3 unidades y continúa sin ganar en lo que va del torneo.
Ambos equipos arrancaron con una línea de tres en el fondo, pero cuando el rival atacaba se sumaban los carrileros. En el caso de los locales, los que iban por la banda son Luján y Braida, mientras que por la visita lo hicieron Gerometta y Esquivel.
Con el paso de los minutos, San Lorenzo comenzó a controlar la pelota, pero no podía generar juego asociado. Al equipo local le costaba dar tres pases seguidos para llegar a posiciones ofensivas, mientras que Unión, que afronta el certamen con ciertas penurias económicas, apostaba básicamente al que rival no jugase.
El equipo dirigido por Gustavo Munúa, de los que menos refuerzos incorporó en este mercado de pases, exhibió falencias para generar acciones ofensivas.
San Lorenzo mostraba convencimiento, pero le faltó precisión a sus delanteros, mientras que los santafesinos cercaban muy bien a Nahuel Barrios, el encargado de romper las líneas y generar riesgo hacia el arco adversario.
El segundo tiempo cambió desde un principio, ya que Braida, uno de los mejores jugadores de San Lorenzo en lo que va del certamen, metió un desborde y tiro un centro preciso al segundo palo que Vombergar cabeceó para decretar la apertura.
Insúa metió un delantero (Leguizamón) por un lateral (Luján) y colocó a Barrios junto al colombiano Sánchez y así se aseguraba mejor control y salida de la pelota.
Inmediatamente después del gol, el técnico 'tatengue' realizó cuatro cambios simultáneos para intentar tener la pelota y a partir de allí lograr profundidad en los avances.
Mientras que Insúa apeló a la solidaridad de sus jugadores y a las ganas que le ponen los juveniles. Así cada jugador azulgrana mordió y buscó recuperar de cualquier modo cuando perdía el balón.
Encima, Calderón pegó un patadón de otro partido y Unión se quedó con 10, cuando ya se le hacía muy cuesta arriba acercar peligro contra el arco de Batalla.
A partir de ese momento, San Lorenzo se dedicó a controlar la pelota y juego para cerrar encuentro con calma.