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El informe de la Dirección General de Estadística y Censos señala que la línea de indigencia llegó el mes pasado a $ 442.238,67 y que para alcanzar el umbral de la clase media debieron percibir ingresos por al menos $ 1.157.084,74.

Una familia tipo de cuatro integrantes -dos adultos y dos menores- de la Ciudad de Buenos Aires necesitó en marzo percibir ingresos por al menos $ 766.146,28 para no ser considerada pobre, una suma equivalente a 5,7 veces la jubilación mínima de ese mes, o 3,7 veces si se incluye el bono complementario de $ 70.000.

El último informe de la Dirección General de Estadística y Censos (Dgeyc) porteño precisó, además, que la línea de indigencia llegó el mes pasado a $ 442.238,67 (equivalente a 2,2 o 3,3 jubilaciones mínimas con y sin bono, respectivamente) y que para alcanzar el umbral de la clase media debieron percibir ingresos por al menos $ 1.157.084,74.


Al respecto, debe tenerse en cuenta que ninguno de esos montos incluye gastos de alquiler de vivienda ni de expensas comunes, con contemplados en las estadísticas oficiales y que, si fueran considerados, elevarían notoriamente los recursos necesarios para cualquiera de los tres estratos sociales.

Los valores de marzo indicaron que los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que marcan el límite de la indigencia tuvieron un incremento mensual del 9,80% e interanual del 310,10%, en tanto los de la Canasta Básica Total (CBT), que establece el tope de la pobreza, mostraron una variación del 11,99% en relación con febrero y del 300,62% si se los contrasta con marzo de 2023.

Los porcentajes muestran, por un lado, que en marzo los alimentos básicos (que representan la totalidad de la canasta de indigencia) aumentaron menos que los servicios y el resto de los bienes.

Por su parte, la Canasta Total (CT) que en diferentes proporciones determina los valores del sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, fue en marzo un 13,72% mayor a la del mes anterior y un 293,67% superior a la de doce meses atrás.

Los porcentajes muestran, por un lado, que en marzo los alimentos básicos (que representan la totalidad de la canasta de indigencia) aumentaron menos que los servicios y el resto de los bienes (que en distintas proporciones delinean la pobreza y la clase media), pero la relación fue inversa si se toman los incrementos acumulados de los últimos 12 meses.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer su informe sobre pobreza e indigencia correspondiente a marzo el próximo viernes 12 de abril, pero a diferencia de la medición del organismo nacional, la Dgeyc tiene en cuenta seis estratos sociales.

Según la Dirección porteña, en marzo una familia de cuatro miembros con ingresos de hasta $ 442.238,67 fue considerada en situación de indigencia; para estar catalogada como pobre no indigente requirió recursos entre $ 442.238,68 y $ 766.146,28 y como “no pobre vulnerable”, entre $ 766.146,29 y $ 925.667,78.

El sector medio frágil estuvo en el rango de $ 925.667,79 y $ 1.157.084,73, la clase media entre $ 1.157.084,74 y $ 3.702.671,15 y los sectores acomodados, $ 3.702.671,16 o más.