Especialistas destacan las ventajas comparativas con otras carnes, como la alta productividad de la especie y el sabor y calidad de la carne de cerdo. Por este motivo se promueven capacitaciones para optimizar la sanidad y calidad de la alimentación en la cadena de producción y faena.
Se estima que en el país se consumen entre 16 y 17 kilos de carne de cerdo por habitante en un año. La provincia de Neuquén no está exenta a esta estadística por eso desde el Centro Pyme Adeneu se implementan programas de capacitación para garantizar la salubridad, mejorar la calidad de los alimentos y procedimientos de faena que apuntan a la producción responsable.
El sector porcino crece gracias al consumo interno. Las cifras indican que en el 2000 en Argentina se consumían 7,85 kilos de carne de cerdo per cápita mientras que para el año 2022 el consumo alcanzó 16,6 kilos, lo que representó un crecimiento del 111% y este año se calculan entre 16 y 17 kilos por habitante al año.
Al respecto, Ariel Garralda del programa porcino del Centro PYME Adeneu, manifestó que “estábamos produciendo cerdo para que cada neuquino consumiera 7,9 kilos al año, actualmente está ingresando carne de cerdo desde el norte neuquino por el incremento en el consumo”, y agregó que “en la provincia se consume todo lo que se produce”.
En porcicultura hay dos tipos de producción: “el lechón que se demanda para las fiestas o jornadas especiales y el capón que se encuentra en la carne de consumo diario para bondiola, matambrito, costeleta y otras comidas”, ejemplificó el especialista.
En cuanto a las ventajas comparativas, Garralda comentó que la producción de cerdo “compite muy bien con la carne de vaca primero porque es más sana, tiene otro tipo de ácidos grasos y eso hace que no sea tan pesada”. Otro punto beneficioso es que “genéticamente se ha trabajado mucho para que la carne de cerdo sea más tierna y tenga menos cantidad de grasa”.
En cuanto al tiempo de cría, el referente del Centro Pyme Adeneu manifestó que “el cerdo compite y supera a otras especies porque tiene dos pariciones anuales y en cada una de ellas pueden nacer entre 8 y 12 lechones”. Esta cifra se da mediante una cruza natural en tanto que con técnicas de inseminación artificial se pueden obtener hasta 20 crías.
Para producir un lechón, “tardamos aproximadamente dos meses después de que nace el animal y para producir un capón el tiempo se extiende a seis meses después de nacido”, expresó Garralda. En el caso de la producción bovina, se requiere “entre un año y medio o dos para tener un ternero chico y la vaca pare solamente una vez al año lo mismo pasa con el chivo que pare una sola vez al año un solo animal”.
En este punto, Garralda hizo énfasis en la calidad del alimento, “los cerdos no puedan salir a pastorear sino que se necesita un alimento más elaborado”. Aquí vale destacar el proyecto de forraje verde hidropónico que promueve el Centro Pyme Adeneu mediante la germinación y brote de semillas de maíz durante dos semanas. Al cabo de este tiempo, se obtiene un alimento que reduce los costos en un 15 por ciento y es muy rico en proteínas.
Otro factor a considerar en materia productiva, contempla las instalaciones: su sanidad e infraestructura “ya que los animales necesitan resguardo sobre todo en la época invernal porque el lechón es mucho más sensible al frío”, especificó.
Desde el Centro PyME-ADENEU se brinda asistencia técnica y capacitación, de forma sistemática, a más de 140 productores porcinos de Aluminé, Paso Aguerre, Chos Malal, Huinganco, Las Lajas, Rincón de los Sauces y de localidades de Confluencia. De forma complementaria al asesoramiento técnico, se brinda acompañamiento financiero.
“El futuro está en el cerdo”
El productor de lechones Marcelo Fuensalida, de Valentina Norte Rural cuenta con 30 madres “que cada año dan entre 22 y 24 crías”, comentó y aclaró que se puede duplicar la cifra si se aplica la inseminación artificial. Una vez nacido, el lechón debe pasar 28 días con la madre, luego va a un sector llamado guardería donde recibe una segunda vacuna. Allí permanece durante 30 días en los que ganan peso “porque comen día y noche” informó.
Fuensalida explica que desde el nacimiento del lechón hasta la faena “tienen que pasar entre 65 y 70 días y el animal tiene que pesar entre 8 y 13 kilos”. En su caso, abastece a carnicerías y cuenta que en Neuquén “la tendencia es el consumo de lechón, también demandan capón pero el fuerte es el lechón”.
Sobre las formaciones y capacitaciones, expresó que junto a un grupo de productores “siempre estamos en contacto con referentes de la municipalidad como con distintas fundaciones y organizaciones que asesoran sobre la crianza, vacunación, alimentación y posibles enfermedades”. Al respecto, destacó que “lo más importante es la sanidad y la limpieza y para eso siempre se necesita un veterinario y gente que asesore”.
El productor asegura que “en el mundo se consume más carne de cerdo que cualquier otra carne, nosotros en Argentina de a poco estamos cambiando y cada vez hay más consumidores de cerdo y lo que están faltando en este momento son productores” y añadió que “el futuro en la producción de carne va a ser el cerdo, no hay otro que pueda competir”.
Merced al cambio en la alimentación, los avances genéticos y las actualizaciones, la porcicultura nacional presentó un crecimiento considerable durante las últimas dos décadas impulsada por el mercado interno.