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El consumo cayó un 16,1% en comparación con el mismo mes del año anterior, según un reporte de la firma consultora Scentia, presentado esta semana.


Es la caída más pronunciada del año. Le sigue abril, con un 13,7%. En junio, la disminución había sido del 12,4%, y el dato de julio revela que, en los primeros siete meses del año, la caída acumulada en las ventas es del 9,6%.

La consultora destacó que, los datos entre el 29 de julio y el 4 de agosto indican descensos de entre 18% y 20%, lo que indicaría que la tendencia continuará.

Al hacer el análisis de los canales de venta, se puede apreciar que las caídas son bastante parecidas tanto en los grandes supermercados como en los autoservicios. En los primeros, las ventas disminuyeron un 16,6% (con cifras similares entre AMBA e interior), mientras que en los establecimientos más pequeños, la disminución fue del 15,5% (donde en el AMBA los volúmenes vendidos cayeron un 7,7%, y en el interior, un 24,6%).

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Las categorías de productos más afectadas fueron las bebidas alcohólicas, que experimentaron una caída del 25,2%, y los artículos de compra impulsiva(como las golosinas), que vieron una disminución del 25,5%. Las bebidas no alcohólicas se ubicaron en el tercer puesto de las caídas, con una baja del 23,7%. A continuación, se encuentran los productos de higiene y cosmética y los artículos de limpieza para ropa y hogar, con reducciones del 20,9% y 17,9%, respectivamente. Los alimentos para el desayuno y la merienda se redujeron un 12,6%, la categoría de alimentación en general bajó un 9,6%, y los perecederos terminaron con una disminución del 7,3%.

Con estos datos y la previsión de que no se esperan mejoras para este año, los empresarios del sector supermercadista están implementando diversas tácticas de promociones y rebajas para revertir la tendencia negativa. En ciertos casos, se notó un leve aumento en julio en comparación con junio, pero la realidad actual es que el objetivo principal es evitar una mayor caída en las ventas.