El secretario de Seguridad de Plaza Huincul, Ramón Lecaro, señaló que las balaceras, incendios de viviendas y heridos de bala que han venido sucediéndose en el barrio Otaño, está más relacionado “con la cuestión de la compra y venta de estupefacientes” que con problemas vecinales.
Lecaro, ex jefe de policía dialogó con éste medio el viernes pasado antes de internarse por un problema de salud, respecto al tema.
P_: ¿Han tenido algún tipo de reunión con la fiscalía por el tema del Otaño? O sea, ¿hay tres casas prendidas a fuego? Dos heridos de bala, tiroteos permanentes. ¿Ustedes han tenido alguna reunión con la gente de la Fiscalía para pedirle que... porque no hay un solo detenido en eso, ¿no?
RL_: No, no, eso lo maneja directamente el policía, la investigación, todo lo que tiene que ver con establecernos las circunstancias las cuales se producen estos incidentes y son ellos los que tienen una comunicación directa. Nosotros trabajamos, sí, muy codo a codo con la policía y estamos en muchos casos acompañándolos en muchas diligencias que ellos llevan adelante pero con Fiscalía específicamente no hemos tenido un encuentro todavía.
P_: De acuerdo a su experiencia, esto que está ocurriendo en el sur del Otaño ¿es un problema vecinal, un problema de territorio de drogas, un problema combinado, mixto?
RL_: Y es que hay un poco de todo, pero más tiene que ver con la cuestión de la compra y venta de estupefacientes. Eso lo conoce y saben todos los vecinos y policía que está en la parte investigativa lo conoce muy bien.
P_: ¿Les preocupa que ha pasado todo esto? O sea, tres viviendas prendidas a fuego, todos heridos de bala, al menos media docena de balaceras entre viviendas, no haya un solo detenido, demorado, identificado?
RL_: Y es preocupante porque la justicia, la policía tiene realmente mucha información que los lleva a conocer la realidad y la problemática que surge ahí con nombre y apellido. El hecho es que todo requiere una investigación y requiere la reunión de pruebas que ameriten no privar de la libertad a una determinada persona. Sin perjuicio de que por ahí el vecino lo diga a quién puede llegar a ser, si no hay pruebas lamentablemente no podemos, o la justicia y la policía no puede proceder.