Imagen
Todo ocurrió en Neuquén capital. Agustín, quien trabajaba en una dependencia municipal, pactó a través de una red social un encuentro para hacer un intercambio de motos. El cambio se concretó y a unas cuadras fue interceptado por las mismas personas con que hizo el negocio, le robaron el bi rodado y le dispararon hiriéndolo mortalmente en proximidades a la intersección de las calles Sargento Ramón Acosta y Cabo Verón Marciano, en Villa Ceferino.

Era febrero de 2.023 y la víctima de ese hecho se llamaba Agustín Antiñir. Su hermano Damián había muerto dos años antes, al quedar en medio de una balacera entre bandas, en junio de 2.021. Ninguno de los dos tenía antecedentes y, sencillamente, fueron víctimas de la inseguridad.

Por el homicidio de Damián hubo detenidos y condenados; por el de Agustín, los autores fueron dos menores. Quien gatilló, tenía 17 años al momento del hecho.

El 30 de mayo pasado, se hizo un juicio abreviado y el menor de edad aceptó que fue el autor del asesinato. Actualmente tiene 18 y está realizando un tratamiento contra las adicciones. La audiencia para fijar la condena se realizará cuando tenga 19 años.

El camino para los Antiñir nunca fue sencillo. Clara Lagos, mamá de Agustín, informó que durante una de las marchas pidiendo justicia , la policía realizó un operativo de identificación y secuestro de motocicletas lo que provocó la reacción indignada de los manifestantes. “No encuentran al asesino de mi hijo pero vienen a molestarnos a nosotros que solamente pedimos justicia", se quejó en aquel momento.