Las estafas se motorizan con estrategias de todo tipo. Desde los llamados telefónicos con supuestos familiares accidentados hasta el robo de datos con mail, ofertas "truchas" o sorteos del BPN o el HSBC, entre otros. También reaparecieron las compras no efectuadas con Tarjeta Naranja y las operaciones por Facebook por las que se cobran adelantos, o el pago completo de bienes, que nunca son enviados.
También están las viviendas que se ofrecen en alquiler por las que se piden señas, aunque las casas de terceras personas que viene en ellas. Ahora se suman también, las tarjetas extraviadas con las que se hacen compras a partir del poco control del DNI.
El tema es que, los montos de las estafas han ido creciendo de manera considerable. La semana pasada un vecino perdió 8 mil dólares, es decir alrededor de 10 millones de pesos, por inscribirse a un sorteo, en una publicación en la red social instagram, de un teléfono celular Samsung S24, figurando el perfil del Banco HSBC. Cuando entregó los datos también dio el ingreso a su cuenta bancaria.
Los mails o avisos por WhatsApp de problemas de seguridad en la cuenta bancaria personal parecen ser los más peligrosos. Al ingresar al sitio que ofrece el mensaje, una aplicación de home banking no deja ingresar a la víctima e inmediatamente le piden la clave y el usuario y con esos datos, se apoderan directamente de la cuenta vaciándola. Un vecino de Huincul perdió así 1,1 millones de pesos hace unos días.
Otro vecino que accedió a una cuenta falsa, perdió 710 mil pesos y uno más, $850 mil aunque en este caso había perdido la tarjeta, no la dio de baja a tiempo y los malvivientes efectuaron compras en varios comercios de la comarca petrolera. Hay estafas de 1 y 2 millones de pesos.
Una muy utilizada es la que comienza con la compra de un producto que alguien ofrece por facebook. El comprador finge una transferencia por un monto mayor y se inicia un cuento del tío que termina conduciendo al vaciamiento de la cuenta de la víctima.