La fiscal del caso Laura Pizzipaulo formuló cargos y pidió prisión preventiva contra un hombre, a quien acusó por golpear e intentar ahorcar a su pareja y a una niña, hija de la mujer, cuando ésta intentó frenar la agresión contra su madre.
La jueza a cargo de la audiencia tuvo por formulados los cargos, dictó la medida cautelar tal como la solicitó la fiscal Pizzipaulo y, de ese modo, impuso un mes de prisión preventiva.
La fiscal del caso argumentó la necesidad de imponer la medida cautelar en que se trata de “una situación en la que hay una extrema peligrosidad del imputado para todos los integrantes de la familia”.
Los hechos ocurrieron el 10 de abril a las 10:20 en un barrio de Zapala, cuando el acusado ocasionó lesiones leves a su pareja conviviente y produjo daños en la vivienda. La teoría que presentó la fiscal es que mientras la víctima dormía junto a su hijo y su hija, C.A.C ingresó a la vivienda dándole una patada en la puerta. Según explicó, el acusado comenzó a romper cosas dentro de la casa, incluyendo una cocina, un televisor y un espejo antes de retirarse. Momentos después retornó y comenzó a agredir a su pareja, la agarró del pelo, la golpeó e intentó ahorcarla. Fue en ese momento que la niña intentó frenar el ataque, lo que derivó en que el acusado comenzara a ahorcarla a ella.
Tras cesar con la agresión, salió del lugar y con su auto provocó daños en una pared y una reja, para luego resistir la detención por parte de la policía y agredir a uno de ellos.
Luego de la formulación de cargos por parte de la fiscal y el pedido de prisión preventiva, la víctima se manifestó en contra de las medidas solicitadas por la fiscal y pidió que lo liberaran.
La fiscal del caso calificó los hechos como daños y lesiones leves, agravadas por violencia de género, en concurso ideal; ambos en concurso real con daño, lesiones leves y atentado a la autoridad, todo en calidad de autor (artículos 183, 89, 80 incisos primero y once, 54, 55 y 237 del Código Penal; Ley 26485, Leyes provinciales 2785 y 2786).
Tras escuchar los planteos y los distintos pedidos, la jueza dispuso la medida cautelar tal como la solicitó la fiscal. En ese momento, se dirigió a la víctima y le explicó que “nadie le asegura que él no vuelva, nuevamente, a no poder controlar los impulsos y volver a la misma situación”. “Es tan grave la situación que el riesgo para su integridad física y su familia, justifica que tomemos esta medida tan grave”, agregó la magistrada, e hizo lugar a la prisión preventiva por 30 días.