La justicia provincial sentenció al acusado, cuya identidad no fue informada como medida para resguardar a la víctima, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, cometido de forma continuada en un hotel alojamiento.
La justicia tucumana condenó a 14 años de prisión a un hombre por abusar sexualmente de su nieta menor de edad en reiteradas ocasiones, informaron fuentes judiciales.
La jueza María Alejandra Balcázar sentenció al acusado, cuya identidad no fue informada como medida para resguardar a la víctima, a la pena de 14 años de prisión por considerarlo autor voluntario y penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, cometido de forma continuada, en contra de su nieta.
La magistrada ordenó además que la víctima y su entorno reciban asistencia psicológica.
La investigación comenzó a partir de la denuncia de la menor de edad en 2021, cuando tenía15 años, y recurrió a la justicia acompañada por su madre.
De acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio, los hechos fueron cometidos entre enero y octubre de ese año, cuando la víctima era buscada por el agresor para llevarla a un hotel alojamiento donde cometía los abusos.
El agresor amenazaba a la adolescente con hacerle daño a su hermana menor y a sus padres si les contaba lo sucedido y le daba dinero.
Tras la denuncia, la Justicia ordenó que se lleven a cabo pruebas genéticas que permitieron probar los hechos denunciados.
En el fallo, la jueza analizó el contexto en el que vive la víctima y su familia, y sostuvo que lo ocurrido “no obedece a una sola causa, ya que es producto de su vulnerabilidad atravesada por todas las carencias referidas, sumado ello a la posición de poder y autoridad que presentaba el imputado en relación con su familia”.
“Queda muy claro que el imputado sacó provecho de la extrema vulnerabilidad en que se encontraba su nieta, vulnerabilidad dada por la enfermedad de su mamá y la imperiosa necesidad de ayudarla y llevar dinero al hogar; por la carencia de medios económicos para palear el día a día”, argumento.
A su vez, Balcázar agregó “vulnerabilidad por su condición de niña, de mujer en pleno desarrollo, de presunta víctima de un abuso en el pasado a manos de otro familiar; y por su relación de abuelo”.
Por último, consideró que el trabajo de la defensa del imputado fue realizado “con nula formación en perspectiva de género y falta de conocimiento de las normas internacionales ratificadas por el Estado argentino sobre respeto a los derechos de las mujeres”.
Durante el debate el abogado había indicado que el agresor y la denunciante mantenían relaciones sexuales consensuadas y no se trataba de abuso, incluso aseguró que eran instigadas por la denunciante.
Además, dijo que la menor “era prostituta y que lo único que buscaba era el dinero de su abuelo”.
En ese sentido, la jueza valoró que las formas de referirse a la víctima por parte del letrado “dieron cuenta de una postura prejuiciosa y cargada de roles estereotipados que naturalizan la desigualdad estructural y mantienen el desequilibrio jerárquico entre hombres y mujeres”.